Gadafi se aloja en Málaga como antesala de su visita oficial a España

No se sabe muy bien si por motivos de seguridad, o por voluntad expresa de generar sorpresa, la agenda de Muammar Al Gadafi siempre es un misterio. Ayer volvió a dar muestra de ello. Sin previo aviso, y tras haber anunciado que pasaría el fin de semana de cacería en una finca sevillana de Gerena, el líder libio decidió cambiar el interior por la costa. Acompañado de su amplio séquito, el coronel rompió la tranquilidad de la fría tarde malagueña al alojarse en un conocido hotel en el Centro de la capital para descansar antes de iniciar hoy en Madrid su visita oficial a España.

El impresionante despliegue policial, la presencia de una veintena de berlinas de lujo y vehículos de alta gama estacionados en las puertas del establecimiento y el trasiego de mujeres vestidas con traje militar de campaña le delataron. Inmediatamente se originó un gran revuelo. Periodistas y ciudadanos anónimos se interesaron por saber quién era la destacada personalidad que se encontraba en el interior del hotel, de la cadena NH. Las sospechas eran claras. Estaba previsto que Gadafi pasara por Marbella antes de llegar a Madrid, por lo que no era de extrañar que el gobernante libio, conociendo el halo de secretismo que le rodea, hubiera decidido modificar sus planes. Así lo confirmaron a Efe fuentes del dispositivo de seguridad y del personal del hotel, que explicaron que los miembros del séquito de Gadafi preguntaron al mediodía si había habitaciones disponibles y si se recibía la señal de alguna televisión en lengua árabe.

Más de 50 habitaciones

Tras comprobar que el establecimiento era de su agrado, los acompañantes del líder libio reservaron entre 50 y 70 habitaciones de las 133 de que dispone este cuatro estrellas, mientras que el hijo del mandatario sí se desplazó hasta Marbella.

Se desconoce si Gadafi, al igual que hizo la víspera en los jardines del hotel-hacienda La Boticaria de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) y hará hoy en el Palacio de El Pardo, instaló la tradicional jaima que suele montar en sus desplazamientos para alojarse y recibir a sus invitados, aunque, en un principio, fuentes del establecimiento hotelero lo descartaron.

Antes de llegar al hotel, el controvertido líder libio y todo su cortejo, compuesto por más de 300 personas, tuvieron la oportunidad de contemplar la playa malagueña, al menos desde los vehículos en marcha. El largo convoy de coches, tras dejar atrás la avenida de Andalucía y el paseo del Parque -llamando la atención de todo aquel que se cruzaba con él- recorrió el paseo marítimo, a donde el coronel volvió por la noche para cenar junto a la comitiva que le acompaña en un conocido restaurante de la capital.

Hoy, una vez que abandone la capital malagueña, y antes de llegar a Madrid para comenzar su visita oficial, hará una breve parada en Marbella para conocer la ciudad y reunirse con su hijo, tal y como estaba previsto en un principio. Siempre y cuando, claro está, no decida dar un nuevo giro de timón y volver a sorprender con otro cambio de planes.