EN RACHA. Van Nistelrooy celebra el primer tanto. / EFE
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La pegada del Real Madrid salva el día del mínimo esfuerzo en el Bernabéu

El Osasuna, pese a sus numerosas bajas, ofreció un fútbol vistoso en el que destacó el mexicano Vela; Van Nistelrooy y Sneijder materializaron los goles

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La pegada demoledora del líder permitió al Real Madrid derrotar a un Osasuna vistoso, pese a sus numerosas bajas, en el día que los jugadores de este equipo apostaron por la ley del mínimo esfuerzo, con la mente puesta en el clásico que afrontarán con cuatro puntos de diferencia contra el Barcelona.

La lesión de Leo Messi estaba presente en el Bernabéu. Nadie quiere perderse el gran partido del año y mezclando el cansancio del encuentro europeo ante el Lazio con las miradas que enfocan al Camp Nou, no era el momento de arriesgar.

Nació el partido con un Osasuna valiente pese a la losa que representaban las ocho bajas con las que acudía a la cita. Dominó de inicio, adelantando sus líneas, jugando con velocidad y liderado en ataque por un inspirado Vela, que dejó detalles de estrella.

Ante Osasuna el partido se decantó a balón parado. Sneijder se enchufó unos instantes, para lanzar un preciso pase a la cabeza de Van Nistelrooy, que libre de marca superó a Ricardo. El Real Madrid se volvió a desenchufar. El enfado de la grada se comenzaba a mascar. De momento lo evitó Pepe. El central estuvo acertado en todas sus acciones. Rápido al corte, fuerte por alto, sentido de la anticipación y generoso en las coberturas, se ganó una cerrada ovación del público del Bernabéu. Pocos recuerdan su precio.

Demasiado directo

No cambió el panorama en el inicio del segundo acto. Pero no había continuidad a un juego demasiado directo ante la mirada incrédula de Raúl y Van Nistelrooy. Los silbidos de la afición ya eran una realidad. Era el momento de recurrir a Guti.

Raúl perdonó el segundo, tras adivinar un pase de Ricardo y precipitarse cuando tenía todo a favor, y una jugada de Guti con Van Nistelrooy acabó en asistencia a Sneijder, que fusiló a Ricardo, chutando con la derecha pegado al palo.

El telón antes del clásico se bajó, con un Osasuna tímido en sus dos remates a Iker Casillas, de Vela y Font, y el regreso de Heinze con quince minutos para coger ritmo para el Camp Nou. El líder sigue ganando todo lo que juega en el Bernabéu, con una pegada demoledora.