Agónico triunfo del San Fernando

Hasta el último minuto no fue capaz de superar el San Fernando al colista del grupo, el Cerro del Águila. Además, lo consiguió de penalti riguroso, en segunda instancia por Canito y con suspense por la entrada de algún defensa visitante que finalmente habilitaría el único tanto isleño.

Y es que el equipo azulino salió frío al campo. Tanto fue así que las pocas ideas de ataque permanecieron congeladas durante gran parte del primer tiempo. Solamente un par de acciones ofensivas antes del primer cuarto de hora son dignas de destacar. Un disparo de Iván Guerrero, con despeje del cancerbero Isaac, y un lanzamiento a las nubes de Sergio Bustos, con balón franco suelto tras saque de esquina. Esas dos oportunidades fueron las más claras de toda la primera mitad.

Tal era el tedio y sopor que un sector de la Preferencia se manifestó -aunque ya estaba preparado de antemano- para reclamar el traslado de Bahía Sur al campo de Sacramento, tal y como vienen reivindicando desde hace tiempo.

Por su parte, el Cerro aprovechó el parón de juego isleño para cerrar aún más su telaraña e intentar dar algún susto en algún contragolpe. Cosa que pasaría en los últimos compases con una vaselina escorada de Ángel que no vería puerta al llevar el efecto contrario de banda.

El segundo periodo arrancó con más mordiente y ganas en los azulinos. Así, Iván Guerrero dispondría de dos ocasiones para abrir el marcador, en la primera elevó el balón por encima de la escuadra, y la segunda se la despejaría el meta sevillano. Al hilo de ésta reacción, Iriondo mueve ficha y da entrada a Canito en lugar de un desdibujado Víctor García.

Defensa a ultranza

Todo esto sirvió para que el Cerro cerrase más su caparazón y comenzase a perder tiempo deliberadamente. En una acción así, vio la segunda tarjeta el central Camero y dejó diezmado a su equipo, algo que apenas aprovecharon los isleños, quienes buscaron profundidad con el intercambio de bandas de Moke e Iván Guerrero, y con Canito como mediapunta.

Antes del final, una jugada tonta de Bustos sobre Álvaro pudo significar penalti en contra. La falta se cometería dentro del área, en el vértice del área grande junto al córner izquierdo de los azulinos, pero el asistente no se mojó e indicó al árbitro que sería a escasos centímetros fuera del área. Por supuesto, provocó la indignación en el banquillo visitante, que fue máxime cuando llegaba el choque a su fin con el otro penalti que supuso la jugada clave del partido. Disparo de Canito que parece interceptar con las manos un zaguero del Cerro. Pena máxima discutida que, tras una larga espera por protestas de los sevillanos, tiraría el propio Canito, mal por el centro con despeje de Isaac pero remachado en segunda instancia por él mismo. Tras esto nuevo suspense al llamar al asistente al ceutí Celadero López por entrada de la defensa foránea, lo que permitiría el tanto de los isleños y a la postre una sufrida victoria.