La cara y la cruz del Jerez rural
En el PSOE están pletóricos. No es para menos. Las elecciones celebradas el pasado viernes en las barriadas rurales de Jerez fue para el partido que ostenta el poder en nuestro Ayuntamiento como acertar una quiniela de catorce. De la quincena de núcleos rurales que concurrían a estos comicios, sólo uno se les resistió consiguiendo ganar en todos los demás. El pleno al quince no fue posible porque los vecinos de Las Pachecas -vaya hombre, parece una broma del destino- decidieron llevarle la contraria a todos los elementos y elegir a un delegado de Alcaldía del PP. El PSA, por cierto, no rascó bola en ni una sola de las barriadas y parece confirmar así un declive que ya se encargaron de rubricar los jerezanos en las elecciones municipales del pasado mes de mayo.
Actualizado:En Las Pachecas no pudo ser por diferentes circunstancias, entre otras ciertas irregularidades a la hora de elegir al candidato socialista, que, finalmente, no fue el más acertado a tenor del resultado final. No se puede tener todo y menos cuando las cosas no se hacen bien. Al fin y al cabo, no nos engañemos, en este tipo de convocatorias la persona a la que se elija es tan importante o más como las siglas a las que representa y en lugares tan pequeños todo se sabe.
Estos resultados invitan a hacer varias reflexiones. La primera es que PP, PSA e IU se han dormido en los laureles, una vez más. La oposición en el Ayuntamiento de Jerez no está siendo precisamente un ejemplo de trabajo y compromiso. Los líderes de las tres formaciones brillan por su ausencia en el debate político local y parecen haberse dejado aplastar por el rodillo de la mayoría absoluta del PSOE. A este paso, Pilar Sánchez tendrá más problemas algunos de su propio partido que con los que, se supone, tienen que fiscalizar su labor en el poder. Alguien dijo en una ocasión que en la oposición hay sólo adversarios, y que los enemigos están en casa.
No estaría mal preguntarle por ello al alcalde de La Barca de la Florida, el también socialista Roque Valenzuela. Estos días el hombre vaga por ahí como un juguete roto y contándole sus penas a quien le quiera oir. Valenzuela, que es un tipo inteligente, tendría que haber visto venir antes la cama que le estaba preparando su propio partido. La Junta confirmó lo que ya no era ni siquiera un secreto a voces, que la segregación de La Barca tendrá que esperar, como mínimo, hasta que otro que no sea el PSOE entre a gobernar en el Consistorio jerezano.
El acalde barqueño se había creído durante mucho tiempo la milonga de que tenía el apoyo de los suyos en su carrera por independizarse de Jerez y de su Ayuntamiento y, claro, la realidad le ha resultado muy dura. Sánchez supo rentabilizar a la perfección las quejas de los ciudadanos de esta pedanía y también ha sabido mover los hilos necesarios para que la Junta no diese un tijeretazo al término municipal de Jerez cuando menos convenía.
Lo cierto es que la alcaldesa tiene ahora un hueso duro de roer en La Barca y una responsabilidad muy importante en las barriadas rurales. El apoyo de esta zona de Jerez es absolutamente fundamental para ganar unas elecciones y ahora habrá que cumplir con los compromisos y promesas, muchas, adoptados con estos ciudadanos que durante tantos años han tenido un buen puñado de motivos para sentirse de segunda categoría. La solución la tiene la regidora en su lema electoral Haremos más. Ésa es la única forma de recuperar la confianza de los barqueños y de que en las barriadas rurales no se sientan decepcionados con la marea socialista dentro de cuatro años. Algo así sería muy peligroso si se quiere mantener la Alcaldía de Jerez.