Cuestión de confianza
OPINION Si miramos con tranquilidad lo sucedido el año pasado, y aunque con la distancia se quieran disimular algunos defectos, lo cierto es que la pasada Semana Santa se produjeron algunos errores de principios que no deberían volver a repetirse cuando pasemos por la Plaza del Arenal.
Actualizado:El esperpento vivido entre las hermandades del Jueves Santo, corriendo como si de una carrera de camellos se tratara para poner la Cruz de Guía primero en el palquillo, o la hora de retraso que acumularon entre todas, y digo bien, todas las hermandades del Viernes Santo, debería llevarnos a una profunda reflexión.
Los horarios están para cumplirlos. Así de simple, y así de claro. Para cumplirlos. Y si uno va tarde, por motivos justificados o no, debe hacer todo aquello que esté en su mano para recuperar parte de ese tiempo perdido, por educación y respeto con las cofradías que vienen detrás y con la gente que ha pagado sus palcos (este año 30 euros más caros, por cierto...) para ver las procesiones ordenadas y correlativas.
Es sencillo, el cliente siempre lleva la razón. Y al hacer que la gente pague por vernos, debemos dar una imagen digna y decente de nuestra, no lo olvidemos, estación de penitencia. Y en eso, las hermandades de la Madrugá fueron modélicas. Será cuestión de confiar más en ellas, y de escuchar con interés la propuesta que llevan a la mesa del Consejo. Igual resulta que llevan razón y todo...