AFECTADO. El pantano de Bornos es uno de los más afectados por la sequía, ya que se encuentra al 21% de su capacidad. / J. C. C.
Ciudadanos

Un otoño casi sin lluvia hace temer un cuarto año de sequía para los pantanos

La provincia registra en octubre la mitad de precipitaciones de un año normal Medio Ambiente no estudiará medidas especiales para Cádiz hasta primavera

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Un otoño casi sin precipitaciones está haciendo planear la sombra de un cuarto año consecutivo de sequía sobre los pantanos gaditanos, cuyo volumen de agua embalsada, pese a las precipitaciones puntuales de noviembre, no para de bajar y se ha situado por debajo del 30% del total de su capacidad. Los 116 hectómetros perdidos con respecto a las mismas fechas de hace uno año sólo son superados en Andalucía por los 142 hectómetros menos que atesora la cabecera del Guadalquivir, según los datos de la Consejería de Medio Ambiente. Pese a todo, la situación, siendo mala, aún dista mucho de ser alarmante y parece que al menos en Cádiz las medidas extraordinarias no se estudiarán como mínimo hasta primavera.

Y es que los embalses de la provincia viven con la disyuntiva que supone tener un sistema hídrico y unas reservas potentes, que esta semana se han colocado en los 485,1 hectómetros cúbicos, suficientes para el consumo de dos o tres años y cercanas al doble de toda la Cuenca Mediterránea, frente a la tozuda realidad de la escasez de lluvia. Cuando queda una semana para cerrar otoño, las precipitaciones han brillado por su ausencia casi desde el inicio del año hidrológico -el 1 de octubre-, con la excepción de dos o tres jornadas del mes de noviembre, que beneficiaron sobre todo en Sevilla, pero que no han supuesto grandes alivios en Cádiz.

«El inicio del año hidrológico está siendo malo. En Cádiz en octubre llovió muy poco, en noviembre un poco más, pero en diciembre no ha caído nada», resumen con estoicismo desde la Agencia Andaluza del Agua, que sin embargo recuerda que el consumo no está siendo extraordinario en estos meses. «En Cádiz se consume lo habitual, ahora no es época de riego y hay poca evaporación», dicen, un dato refrendado por los escasos 2 hm3 que perdieron los embalses frente a la semana pasada. Esto lleva a la Agencia a ser prudente antes de hablar de un cuarto año de sequía, puesto que la temporada hidrológica acaba de empezar. De ahí que con un gasto moderado y reservas suficientes no se planteen medidas extraordinarias antes de primavera. Eso sí, sin bajar la guardia.

Y es que los datos de precipitaciones no invitan al optimismo. Según los cómputos de la Consejería de Medio Ambiente, la provincia registró un 50% menos de lluvia durante el mes de octubre respecto a la media de un año normal. En valores absolutos, la mayor parte de la Bahía y la Janda no superó los 25 milímetros de precipitaciones y en el resto no se pasó de 50 mm. En octubre del año pasado, se superaron los 100 mm, con picos de 250 mm.

Los datos recogidos por el Instituto Nacional de Meteorología (INM) confirman este mal inicio de año hidrológico. En el observatorio del aeropuerto de Jerez registraron un total de 43,9 mm de agua en octubre -el valor normal para ese mes es 67- y 49,6 mm en noviembre, cuando lo normal son 86. Falta medio diciembre y todo enero, los más lluviosos del año en la provincia, según el INM.

De no mejorar estas cifras y confirmarse un cuarto año de sequía, la Agencia Andaluza estudiará las medidas por si hay que cerrar el grifo. De momento, tensa calma y a mirar el cielo.

mabardera@lavozdigital.es