Cartas

Dr. Rodríguez Alarcón

El Dr. Rodríguez de Alarcón, Jefe de Servicio de Cirugía Pedriatica del Hospital Puerta de Mar, se ha ido después de 22 años de servicio. No es fácil dejarlo todo, desde el mes de mayo se hicieron publicas las necesidades, la historia publicada con fecha 8/12 hay que leerla despacio, muy despacio.

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El fanatismo de los socialistos se refleja cuando con alguien no le cuadran las cuentas, ese alguien es el enemigo, y al enemigo ni agua. Después, para justificar su ineptitud sueltan la retahíla de que son: inaccesibles, difíciles de adaptarse, problemáticos, no facilitan la información adecuada, de difícil comunicación, no dan respuesta, dinosaurios, así les denominan los que casualmente son del Jurasico, cortos de neuronas y necesitados de gastrolitos ¿para digerir bien. Cualquier criterio técnico, bajo los principios de la ética, a ellos no les sirve, ya que viven de la estética, la estadística y los informes a la carta de los lacayos, se dedican a la construcción apoyándose en lo falso y artificial y no sobre pilares.

El Dr. Rodríguez de Alarcón, no necesita que nadie le defienda, he tenido la suerte de conocerle y puedo asegurar que no necesita demostrar su capacidad profesional, es una excelente persona, asequible y comunicativo.

Respecto a la falta de comunicación, desde el mes de marzo la gerente tiene pendiente de contestación, una solicitud, que no va a contestar, porque pretendió imponer su criterio bajo el lema de las lentejas, o las tomas o las dejas, la respuesta a esa actitud fue una propuesta fundamentada en las ofertas de otros hospitales y considerándose este hospital, se supone, de referencia, la contestación ha sido un silencio total, falta de dialogo e incomunicación, un desprecio hacia un personal técnico de reconocida experiencia.

No se puede hablar de difícil comunicación, cuando no se predica con el ejemplo. Comprendo que los informes técnicos elaborados por técnicos, no por lacayos, son los que colocan a cada uno en su sitio cuando se exigen responsabilidades, lo que supone riesgo para la estabilidad de cualquier sillón, por ello, hay que mantenerlos alejados, recluidos, aunque se oxiden sin hacer nada, además, quien paga es el contribuyente.

Le deseo al Dr. Rodríguez de Alarcón, en el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid, todo éxito profesional, ya que allí probablemente estimaran correctamente sus valores humanos y profesionales.

Isidro Cortés Márquez Cádiz