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El obispo impuso las condecoraciones papales a los fieles de la diócesis
La entrega tuvo lugar ayer en una Santa Iglesia Catedral abarrotada de público La condecoración a José María Ruiz-Mateos se le entregará en Rota
Actualizado: Guardar«Sois piedras vivas de la Iglesia, y los hombres necesitan de signos externos. Este es un reconocimiento a vuestra labor, y un signo visible del cariño que os tiene vuestro obispo». Con estas palabras explicó don Juan del Río Martín, obispo de la diócesis de Asidonia-Jerez, las distinciones papales que fueron concedidas ayer en una emotiva ceremonia en una Catedral que lució sus mejores galas para la ocasión.
Con las bancas del primer templo jerezano a rebosar, don Juan fue imponiendo las condecoraciones a los distinguidos seglares y religiosos jerezanos que de una manera u otra, han colaborado a engrandecer la actual diócesis jerezana. En nombre de todos los distinguidos, el sacerdote Francisco Fuego agradeció a don Juan del Río «una consideración inmerecida, puesto que seguro que hay más personas que las merezcan. No sé si lo he hecho mejor o peor, pero sí sé que he dedicado mi vida a servir a la Iglesia, y no a servirme de ella».
La Coral de la Catedral, dirigida con pulcritud por Ángel Hortas, interpretó a lo largo del acto diversas piezas, demostrando una vez más que aires nuevos van llegando con una calidad suficiente como para pensar que hay alternativas en la ciudad en cuanto a las corales se refiere.
En cualquier caso, los protagonistas reales del día fueron los voluntarios de la diócesis para los que don Juan reivindicó ante el Santo Padre una distinción. «Esta diócesis tiene un voluntariado callado, operante, gratificante, hombre y mujeres de fe que sienten a la Iglesia como suya», sin duda, virtudes que les han llevado a recoger este reconocimiento. Entre los asistentes, el Delegado Diocesano de Hermandades y Cofradías, Joaquín Perea Montilla, cofrades como Miguel Monge o sacerdotes como Montero Jordi, que dan una idea de la dimensión tan arraigada en la historia de la diócesis que este acto ideado por el prelado de la ciudad ha tenido entre los distintos sectores de la Iglesia jerezana.
«No tengo oro ni plata», les dijo el obispo de la ciudad, pero sí reconoció públicamente a Francisco Fuego como Prelado de Honor de Su Santidad por su labor como actual Vicario para Asuntos Económicos de la Diócesis y gran valedor de los trabajos de restauración de la actual Casa de la Iglesia. Luis Romero, responsable de la contabilidad diocesana, ha sido condecorado como Caballero Comendador de la Orden de San Silvestre, Sor Carmen Reina Ballo recibió la Cruz Pro Ecclesia et Pontifice tras una trayectoria en la que, después de un periodo en India y Filipinas, trabajó en España como profesora de Lengua y Literatura antes de llegar a la diócesis de Jerez, la misma distinción que don Antonio López García por su colaboración en la administración diocesana. Tanto José Rafael López García como Ángeles Díez Lacave recibieron la misma condecoración de manos de don Juan del Río, todas por su desinteresada colaboración en favor de los más necesitados y del progreso incontestable de la diócesis de Jerez de la Frontera. A todas estas hay que sumar la que en fecha aun por decidir se entregará a José María Ruiz-Mateos en Rota.