Estévez rescata los vinos para consagrar
El grupo bodeguero ha sacado a la luz Pelícano 2007, un producto cien por cien natural en serie limitada como los que antes se utilizaban en las misas
Actualizado: GuardarLa oportunidad de rescatar una antigua tradición muy jerezana que no se llevaba a cabo desde hacía más de veinte años, consistente en la elaboración de vinos para consagrar (utilizados muy especialmente en las eucaristías), así como la posibilidad de obtener un producto cien por cien natural desde su recogida en la viña hasta el embotellado, son las dos principales razones que han impulsado a José Estévez S.A. a llevar a cabo una novedosa iniciativa que ha cuajado con la salida al mercado del Pelícano 2007.
La directora del Departamento de Enología, Maribel Estévez, explicó que este vino no pertenece ni a Marqués del Real Tesoro ni a Valdespino ni a La Guita, sino «al conjunto de todo el equipo que conforma el grupo», ardua labor que ha dado como resultado este vino para consagrar.
La principal diferencia con el resto de caldos se debe no solamente a sus usos, añade Maribel Estévez, sino a su aspecto más técnico y relacionado con la propia elaboración: «Un vino normal está dirigido por el enólogo en todo momento, desde la recogida de la uva hasta el tipo de levaduras que transformarán el azúcar en alcohol».
En cambio, cuando se trata de este tipo especial de consagración, «el enólogo no dirige nada, se trata de un trabajo en equipo que se lleva a cabo de la manera más natural», remarca la enóloga del grupo.
Más detalladamente, relata que en primer lugar se recoge la uva «cien por cien palomino» en el pago de Macharnudo Alto (la misma que se emplea para el fino Inocente y el amontillado Tío Diego), labor que se realiza de manera totalmente manual.
Posteriormente, se extrae el mosto y se introduce en las botas de roble americano, que «han contenido previamente un buen oloroso». El siguiente paso del proceso consiste en dejar que fermente naturalmente con las propias levaduras de la cepa y poco a poco se va añadiendo el alcohol.
El resultado final es un vino para consagrar ya embotellado, de sabor «un poco dulce», en palabras de la propia Maribel Estévez. En esta primera cosecha, procedente de la vendimia del verano pasado, se ha logrado además un vino joven «jerezano al cien por cien», tal y como era la intención de un equipo que ha puesto en esta labor todo su esfuerzo y empeño.
Botellas numeradas
En total, son 1.717 botellas, una serie limitada y numerada de la que, afirma satisfecha la enóloga del grupo bodeguero, se han vendido ya 170 botellas, nada más salir al mercado. La idea es que todas, a un precio de 17 euros, hayan sido adquiridas en estas mismas fiestas navideñas, concretamente antes del próximo día 24 de diciembre.
Volviendo al uso de este tipo de vinos, Maribel Estévez quiere dejar claro que «no se trata solamente de un vino eclesiástico, sino que lo que queremos es que sirva para todo tipo de acontecimientos a nivel familar, especialmente en fechas como ésta, pero también para bodas, bautizos...». Aunque, eso sí, la idea de elaborar este Pelícano 2007 surgió precisamente por los vinos que hace alrededor de veinte años se empleaban en las misas.
Respecto al nombre, no es casual, ni mucho menos. De hecho, el pelícano es un ave de mar que representa el amor y está muy relacionado con la propia eucaristía, ya que «cuando no tiene nada para dar de comer a sus crías, se abre el pecho y les ofrece su propia sangre», algo que tiene motivos muy religiosos.
Diseño de la etiqueta
En la etiqueta de las botellas numeradas, además de esa imagen del pelícano, aparecen dos racimos de uva y un cáliz, todo con una significación muy especial, y que ha diseñado un conocido sacerdote de la ciudad.
Hay que reseñar igualmente que en la elaboración del Pelícano 2007, además de todo el personal de Valdespino, Marqués del Real Tesoro y La Guita, han colaborado la empresa Vidriería Jerezana, Esteban Magán y Artes Gráficas Delcast.
Otro aspecto muy interesante, de cara al consumidor, es el concurso que se va a llevar a cabo durante la venta de este vino. Así, el comprador más afortunado se llevará nada menos que un pedro ximénez Niños, de Valdespino, un VORS (vejez calificada de más de treinta años) cuyo precio en el mercado alcanza los 150 euros. Asimismo, las propias Hermanas de Belén, con las que colabora José Estévez en la salida de estos caldos al mercado, regalarán al mismo consumidor un Niño Jesús con su cuna de madera. «Es decir, que le tocará el Niños y el niño», indica Maribel Estévez resaltando el juego de palabras que ha hecho coincidir estos dos obsequios.
En definitiva, y en su primera salida al mercado, se espera que el éxito sea bastante importante, ya que se trata de un producto no muy común.
Aunque se trata de un vino joven, la responsable del Departamento de Enología añade que «iremos haciéndolo evolucionar en futuras cosechas, utilizando el sistema de añadas, etcétera».
Ahora, de momento, lo que cabe esperar es que el consumidor responda y las 1.717 botellas sean absorbidas por el mercado antes de la celebración del próximo Día de Navidad.
eesteban@lavozdigital.es