Musharraf pone fin al estado de excepción y restaura la Constitución en Pakistán
El presidente paquistaní incorpora en la Carta Magna varias enmiendas que blindan la validez de la excepción y aseguran que su reforma del Tribunal Supremo no sea revocada
LAHORE (PAKISTÁN) Actualizado: GuardarEl estado de excepción vigente en Pakistán desde el pasado 3 de noviembre ha quedado hoy anulado por orden del presidente del país, Pervez Musharraf, según ha informado el fiscal general del Estado, Malik Qayyum, en un comunicado.
Tras ordenar el fin del estado de excepción y la restauración de la Constitución, el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, ha justificado la medida, ha ratificado el calendario electoral y se ha felicitado por haber "contenido" el terrorismo. "Tuve que declarar el estado de excepción contra mi voluntad, para salvar al país", ha asegurado en un discurso televisado a la nación un Musharraf adusto, con gafas y bien peinado.
Qayyum, cercano colaborador de Musharraf, ha anunciado en el texto el restablecimiento de la Constitución paquistaní y el fin de la Orden Constitucional Provisional por la cual Musharraf decretó el estado de excepción. Asímismo, ha asegurado que el presidente ha cumplido sus compromisos y ha adelantado que las elecciones legislativas del próximo 8 de enero podrán celebrarse ahora con normalidad.
La restauración de la Constitución de 1973 incorpora las enmiendas realizadas por Musharraf para blindar la validez de la excepción y asegurarse de que su reforma del Tribunal Supremo no es revocada. Las últimas enmiendas, aprobadas ayer, pretenden dar continuidad a los jueces del Supremo que juraron el cargo tras la declaración de la excepción, así como el cese definitivo de los anteriores.
En busca de un segundo mandato
Musharraf ya se había blindado por decreto, con una decisión del 21 de noviembre que estipulaba que la declaración del estado de excepción había sido hecha de forma "válida" y que no podría ser "puesta en cuestión por ningún tribunal o foro".
El presidente congeló la Constitución e inició el período de excepción debido, dijo, al deterioro de la ley y el orden en el país y a las injerencias de la justicia en la labor del Gobierno. Pero, según los analistas, lo que Musharraf pretendía en realidad era desactivar el poder del Supremo, que dirimía en esos momentos la validez de su candidatura presidencial para un segundo mandato, con una decisión seguramente adversa al presidente.
El fin del estado de excepción y la restauración de los derechos fundamentales precederá a la celebración de elecciones legislativas. Los nuevos jueces, más afines a Musharraf que los anteriores, deberán jurar de nuevo sus cargos ante la Constitución, ya que sólo lo hicieron ante la Orden Provisional una vez que el presidente declaró el estado de excepción.