Economia

Colonial y la francesa Gecina planean una fusión que alumbraría la segunda inmobiliaria europea

La operación reduciría la deuda de la empresa que preside Luis Portillo y aliviaría los problemas que atraviesa Joaquín Rivero en el país galo

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Colonial y la francesa Gecina confesaron ayer que mantienen conversaciones que podrían dar lugar a su fusión. Una unión que si se llevara a término daría lugar a la segunda inmobiliaria de Europa -por detrás de British Land- con activos por valor de cerca de 25.000 millones de euros. Si sale adelante, el plan ayudaría a reducir en parte la enorme deuda que sufre la primera y resolvería los problemas que atraviesa la segunda en el país vecino, donde el regulador (la AMF) acosa a su presidente, Joaquín Rivero, a lanzar una Oferta Pública de Adquisición de acciones (OPA) sobre el 100% de la compañía.

Por el momento, no hay nada concreto, aunque el matrimonio Portillo-Rivero (Colonial-Gecina) tiene un enorme sentido empresarial. Algunas fuentes señalan que el proyecto de fusión se hará público el próximo lunes. Por ahora, sólo un hecho relevante enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) da idea de que algo se mueve. Colonial reconoció al regulador que han existido «conversaciones preliminares entre representantes de ambas compañías». Sin embargo, la firma matizó que «no se ha adoptado ninguna decisión o acuerdo en relación a una posible fusión».

De materializarse, la fórmula será casi con toda seguridad la que se conoce como de intercambio de papelitos. Esto es, el canje de acciones de una por títulos de la otra. En la valoración de esa ecuación está el quid de la cuestión. El grupo resultante, eminentemente dedicado al alquiler, tendría tres cuartas partes de sus activos en Francia. El presidente de Colonial, Luis Portillo, y el de Gecina, Joaquín Rivero, son viejos conocidos y, además, amigos. Ambos coincidieron en 2003 en Metrovacesa, cuando Portillo entró en la compañía y dio apoyo a Rivero cuando el grupo italiano Catalgirone intentó comprar la empresa.

Movimientos

Desde esa época, el panorama ha cambiado mucho. Portillo ha hecho un imperio a golpe talonario tras fusionar Inmocaral con Colonial y sumarle después Riofisa (esta última operación está a punto de culminar), mientras Rivero ha debido resolver la pelea que se le presentó en el seno de Metrovacesa. El presidente de Gecina acordó con la familia Sanahuja -los segundos accionistas de Metrovacesa- la partición en dos de la firma para quedarse la parte francesa y algunos activos de Metrovacesa en España. La división de la que fuera la primera inmobiliaria de la zona euro aún está abierta.

Parece que la alianza beneficia a ambas partes. A Rivero, al diluir su participación en Gecina y evitar así la OPA, y a Portillo al rebajar la deuda. La incógnita es cuál de estos dos empresarios se colocaría a la cabeza del proyecto.