El jurado condena por asesinato al militar que apuñaló a un compañero
El jurado popular que debía dictar veredicto en la causa contra Senén Manuel Figuereido por la muerte de un compañero en el acuartelamiento de Camposoto, en el año 2005, dio a conocer ayer el resultado de sus deliberaciones. Pese a ser la tesis que aparentemente tenía menos probabilidades de cuajar entre los miembros del jurado, finalmente éstos han condenado por asesinato al procesado, descartando cualquier tipo de trastorno mental que atenúe la pena. Ahora será la magistrada de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial la que dicte sentencia en los próximos días, definiendo qué pena se impone al acusado.
Actualizado:Tanto la Fiscalía como la defensa de Senén Manuel Figuereido defendían que se trataba de un homicidio. Si bien el Ministerio Público entendía, al término de la vista oral, que el militar gallego sufría un trastorno de la personalidad que le condicionaba levemente su voluntad; mientras que los letrados del condenado habían esgrimido desde el principio del procedimiento que su cliente estaba afectado por un trastorno psicótico grave que le impedía mandar en sus propios actos. Por eso, solicitaban el internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario.
Sólo las acusaciones particulares, que representan a dos ramas de la familia del finado, proponían una pena por asesinato, argumentando que el tipo de arma empleada -un machete de 18 centímetros de hoja- sólo podía tener como fin matar a alguien. Además entendieron que el fallecido, un joven también gallego de 18 años, no había tenido oportunidad de defenderse al ser víctima de «un ataque sorpresivo».
Los hechos enjuiciados ocurrieron en la tarde del 20 de noviembre de 2005 en el acuartelamiento de Camposoto. El condenado, que acababa de ingresar en el ejército como aspirante, se encontraba oculto en su litera, afilando el machete y profiriendo frases incoherentes como «¿arriba España!» u «os voy a matar a todos». Varios compañeros fueron a buscar a un mando, pero acudió el cuartelero, un joven de 18 años, que tras preguntarle al condenado qué estaba haciendo, recibió una fuerte puñalada en el hemitórax izquierdo, la cual le seccionó el corazón.
Sin debate
Gran parte del juicio fue dedicado a debatir el estado mental del procesado. Los peritos forenses y los dos psiquiatras propuestos por la defensa coincidían en que Senén Figuereido padecía un trastorno de la personalidad, que podía explicar el por qué de una reacción tan agresiva, sin motivos y contra una persona que no conocía. Pero las discrepancias surgían a la hora de valorar si se trataba de una enfermedad que anulaba la voluntad.