El arzobispo de Granada recurrirá la sentencia que le condena por coacciones
El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, manifestó ayer que «discrepa legítimamente» de la sentencia que lo condenó a pagar una multa de 3.750 euros por un delito de coacciones y una falta de injurias contra un sacerdote que lo denunció, por lo que anunció que recurrirá la resolución judicial.
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En un comunicado, el arzobispo, que aseguró no obstante que «respeta escrupulosamente las decisiones de los tribunales de justicia», reiteró su «inocencia» e indicó que recurrirá la condena precisamente por «ese mismo respeto y confianza hacia la Administración de Justicia».
Eludió exponer públicamente las razones de su discrepancia, al tiempo que agradeció «muy de corazón» los muchos testimonios de «afecto a la Iglesia que he recibido».