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El Santiago Bernabéu cumple hoy 60 años cargados de historia

El coliseo blanco se inauguró el 14 de diciembre de 1947 tras dos años de obras que costaron 220.000 euros

T. GONZÁLEZ-MARTÍN
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Las mozas madrileñas que paseaban por el viejo Chamartín no podían soñar en 1943 que aquellos terrenos, cercados por melonares, se transformarían en un estandarte del fútbol mundial. El vetusto Chamartín, con capacidad para 25.000 espectadores, se había quedado pequeño. Fue Antonio Santos Peralba, presidente del Real Madrid en aquel verano del 43, el primero en anunciar la necesidad de un estadio. El problema era que de las arcas del club colgaban telarañas. Santiago Bernabéu se convirtió en el hombre decisivo.

Don Santiago accedió a la presidencia el 15 de septiembre y se puso manos a la obra, ante el miedo de aficionados y banqueros que le dieron la espalda: «Necesitamos un estadio grande y vamos a hacerlo». El 1 de noviembre de 1943, la Junta directiva visitó las tierras colindantes al antiguo campo para estudiar la ubicación del nuevo coliseo.

Los terrenos afectaban a dos fincas: la de Entrecanales, cuyos dueños eran los señores Maqueda y Chavarri, y la de Villa Ulpiana, vieja propiedad del conde de Maudes que ahora poseían los señores Ruiz de Villar. La compra se efectuó el 22 de junio de 1944, por tres millones de pesetas, 18.000 euros. El Madrid pudo pagar estas cantidades. El problema era encontrar el dinero para levantar el estadio. Tras el rechazo de varios bancos, Bernabéu emitió obligaciones con garantía hipotecaria sobre las propiedades del club. Luis Corrales Ferras, tesorero de la entidad, presentó la obra a Rafael Salgado, presidente del Banco Mercantil e Industrial. La clave de la financiación.

El proyecto se ejecutó con un coste de 37 millones de pesetas, 222.000 euros. Se inauguró el 14 de diciembre de 1947, frente al Os Belenenses, ante setenta mil aficionados. Era el estreno de una sede mítica. Un escenario donde se han celebrado actos internacionales inolvidables, como el Encuentro con la Juventud que el Papá presidió en 1982. Madrid no se entendería sin el Bernabéu.