Menos hipocresía
Mucho se está hablando estos días sobre el asunto del aborto en nuestro país. A raíz de la detención de varios profesionales en Barcelona que practicaba abortos más allá del «plazo legal» en los supuestos que están permitidos, o del cierre cautelar de otra clínica en Madrid, ha surgido de nuevo el debate sobre la idoneidad de la actual legislación que permite la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en determinados supuestos y dentro de un plazo; o si convendría más ir sencillamente a una ley de plazos que eliminaría muchos obstáculos y sobre todo mucha hipocresía en este asunto.
Actualizado:De entrada habría que preguntarse por qué motivos una mujer no acude a un recurso adecuado en su momento; estoy segura de que no hay ninguna mujer que se tome este asunto a la ligera, como también lo estoy, y lo compruebo cada día, de que el hecho de interrumpir un embarazo no es deseado por ninguna mujer; es siempre el último recurso cuando han fallado otros, nunca una frivolidad. En muchas ocasiones es un largo peregrinar de algunas mujeres sencillamente para hacer cumplir un derecho, que les está reconocido por ley, lo que supone a veces una pérdida de tiempo precioso. En Andalucía la IVEs se realizan en clínicas privadas concertadas por el SAS, quien autoriza y supervisa dichas clínicas.
Está fallando la educación sexual, que no se hace de forma sistematizada en los centros escolares desde los primeros cursos de primaria, quedando esta reducida a una charla sobre anatomía y métodos anticonceptivos para adolescentes en el mejor de los casos; en cualquier caso les hablamos de unos métodos anticonceptivos que en muchas ocasiones no están a su alcance. No existen centros específicos de planificación familiar para adolescentes; afortunadamente en nuestra ciudad el Centro de Promoción de la Salud del Ayuntamiento sobrevive manteniendo una línea de trabajo de prevención y educación con adolescentes, pero no es suficiente.
Las recomendaciones de la OMS y Naciones Unidas a este respecto deja bien claro «que todas las mujeres tienen el derecho a decidir libremente si siguen o no con su embarazo...», nuestra obligación está en facilitarles las cosas, desde el rigor y el respeto.