La Audiencia Nacional rechaza admitir a trámite una querella contra Fidel Castro
Fue interpuesta el pasado mes de febrero contra el presidente cubano, su hermano Raúl Castro y otros dos miembros de su Gobierno
MADRID Actualizado: GuardarEl pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha rechazado la admisión a trámite de una querella del Comité de Ayuda a la Disidencia 2506 (CAD) contra el líder cubano, Fidel Castro, y otros tres miembros de su Gobierno por genocidio, crímenes contra la humanidad, torturas y terrorismo.
El pleno de la Sala de lo Penal, compuesto por diecinueve magistrados, desestima así el recurso de súplica interpuesto por CAD contra la decisión del juez Santiago Pedraz de no tramitar la querella, por considerar que "son los mismos cargos, crímenes y hasta los mismos querellantes de las no admitidas en los años 1998 y 2005" por su compañero, el magistrado Ismael Moreno.
La querella fue interpuesta el pasado 26 de febrero contra Fidel y Raúl Castro, el ministro de Turismo, Osmani Cienfuegos, y el embajador de ese país ante las Naciones Unidas en Ginebra, Carlos Amat y en ella, además de lo anterior, se les acusa de "ser responsables directos de la horrenda e injustificable muerte por asfixia de nueve prisioneros cubanos mientras eran trasladados en el año 1961" en Bahía Cochinos tras ser apresados.
Tercera querella española
La querella, que recordaba la sentencia del Tribunal Constitucional sobre 'el caso Guatemala' que permite a la jurisdicción española perseguir los delitos de genocidio con independencia de la nacionalidad de las víctimas, es la tercera presentada en España contra el régimen de Castro.
La Fundación Nacional Cubano Americana presentó contra el presidente cubano una primera demanda el 5 de noviembre de 1998, que fue archivada por la Audiencia Nacional al entender que el Tribunal Supremo impuso la condición, en ocasión del estudio del genocidio del pueblo maya, de que las víctimas fueran españolas para investigar los hechos.
Esta misma Fundación presentó en 2005 otra querella en la que pedía que se ordenara la detención, vía Interpol, de Castro , en cualquier país al que se desplazara, que fue también archivada por los mismos motivos que la anterior.
Tortura y represión
La querella afirma que desde que Castro llegó al poder, el 8 de enero de 1959, comenzó "todo un mecanismo de represión de los derechos fundamentales y libertades públicas", mediante "la implantación de un terror revolucionario" a cuyo servicio se pusieron a trabajar varios organismos, como el Departamento de Seguridad del Estado, llamado la 'Gestapo Roja', el Ministerio del Interior, la Dirección General de Inteligencia y la Unidad Militar de Ayuda a la Producción, entre otros.
El escrito describe el sistema de encarcelamiento del régimen y las principales cárceles del país. Así, pone varios ejemplos de maltrato a presos políticos como el sucedido en la prisión de Boniato donde --dice la querella-- "para no ser violados por los presos comunes los políticos se embadurnan con excrementos".
Indica que desde 1959 más de medio millón de cubanos han pasado por los campos y centros de represión de Cuba. Se mencionan formas de tortura como la de privación del descanso y el sueño, alterar las horas de las comidas, propagar en los cuerpos de los reclusos insectos como chinches, pulgas o ladillas o obligar a los presos a desnudarse y formar filas en las que deben juntar sus cuerpos hasta provocar el contacto de las partes genitales.
Otro apartado de la demanda interpuesta es el de fusilamientos, cifrados entre 15.000 y 17.000 durante la dictadura castrista.
Bahía Cochinos
Respecto a los nueve muertos de Bahía Cochinos, se trataba de 9 miembros de la Brigada 2506 el 20 abril de 1961. Un total de 149 personas --entre las que se encontraban los fallecidos-- fueron obligadas a subir a un camión de aluminio con forro interior de madera previsto para el transporte de mercancías que no contaba con orificios de respiración.
El vehículo viajó 11 horas hasta llegar a su destino. "Durante todos el tiempo que duró el trayecto los prisioneros no dejaban de suplicar que se abrieran las puertas y se les permitiera respirar", indica el escrito. A la llegada se comprobó que nueve de los prisioneros habían fallecido.