Chicas al aire
El calendario erótico de las azafatas de Ryanair causa un revuelo entre las asociaciones de consumidores y el Instituto de la Mujer
Actualizado: GuardarImposible negar que harán volar la imaginación de algún que otro pasajero a bordo con síndrome de turista. Pero de momento, si lo que la compañía aérea Ryanair pretendía era calentar motores presentando en todo el mundo un calendario erótico que doce de sus azafatas protagonizan, ha encendido los ánimos (y tanto), pero de la Asociación de Consumidores en Acción -Facua- en nuestro país, que culpa a la empresa irlandesa de utilizar a sus empleadas como meros «reclamos sexuales», y del Instituto de la Mujer, que lo califica de «discriminatorio».
Qué doce meses más veraniegos tendremos en 2008 a tenor del citado almanaque. En enero de bikini blanco, en octubre un conjuntito en negro... Ryanair, famosa por sus escandalosas ocurrencias publicitarias que, bien o mal, acaban provocando siempre un un despegue en su cuenta de beneficios, no tiene intención de inmiscuirse demasiado en un asunto tan salido... de pista.
Para qué, justifica Maribel Rodríguez, directora de Ventas y Márketing de la empresa para España y Portugal, si la iniciativa ha partido de las propias azafatas. Además, explica, aunque ligero de ropa, es un calendario de altos vuelos que pretende destinar cada uno de los siete euros que recauda por ejemplar vendido a una asociación de ayuda a discapacitados. «¿Y los calendarios de bomberos?», plantea Rodríguez. Lejos de disculpas que tan bien recibidas serían en las asociaciones de consumidores que han puesto el grito en el cielo, «Las chicas de Ryanair», las protagonistas del libreto, confían en las palabras de ánimo de su director de tripulaciones, Eddie Wilson. Frases del tipo: «El personal de vuelo de Ryanair levanta la temperatura de cabina con el calendario más caliente de 2008» y «los pasajeros podrán llevarse a casa una docena de las tripulantes de cabina más impresionantes de Europa».
Ryanair no utiliza en sus trayectos aviones de reacción, sino de bajo coste. Ha provocado un revuelo y quizá tenga algún disgusto. Los mismos que hablan de «sexismo» reconocen que las protagonistas están «de infarto».