Condenado a 50 años de prisión un etarra por la colocación de cuatro bombas en diciembre de 2004

La Audiencia Nacional ha condenado a cincuenta años de cárcel al etarra Carmelo Laucirica por colocar cuatro bombas en Cantabria, Valladolid, Avila y León el día de la Constitución, el 6 de diciembre, de 2004. Se le considera responsable de un delito continuado de colocación de artefacto explosivo, otros cuatro de lesiones terroristas y una falta de lesiones con finalidad terrorista.

La Sección Tercera, presidida por Alfonso Guevara, considera probado que el etarra confeccionó y colocó sustancias explosivas de potencialidad destructora "en su proyectado plan de exterminar el orden político-social establecido en nuestra Carta Magna para lograr de este modo la ruptura de la unidad del Estado en las que quedan subsumidos los daños materiales ocasionados".

El tribunal se basa, entre otras cosas, en su negativa a declarar en el juicio y tras reconocer su militancia en ETA y sentirse por ello muy orgulloso. Por ello, se basan en sus declaraciones policiales, en las que el etarra narró que se dirigió a varias localidades españolas para obtener la información solicitada por Mikel Garikoitz Aspiazu, 'Txeroki', acerca de posibles objetivos, que finalmente fueron tres cafeterías y un aparcamiento de las mencionadas localidades y que explosionaron el día de la Constitución en 2004 y causaron daños materiales.