¿Qué vienen los conejitos!
Actualizado: Guardaresde que la maldita Ley del Deporte transformara a la gran mayoría de los clubs de fútbol en Sociedades Anónimas Deportivas, vulgo empresas, asomaron decenas de personajes hambrientos de dinero, popularidad , prestigio social, y en definitiva, de argumentos para alimentar su egocentrismo, aunque no todo el monte es orégano y también existen presidentes vocacionales, más hinchas que empresarios, que gracias a una privilegiada posición económica han visto cumplido el sueño de su vida. Predominan los promotores urbanísticos (sin ir mas lejos, en la recién Operación Malaya, salieron a relucir mandatarios cercanos al Sevilla, Córdoba, Marbella o Racing Portuense, entre otros), aunque no faltan los empresarios, ya sean los ligados a los medios de comunicación o los vinculados con los productos agrícolas como el caso del Almería. Pero Cádiz is different y una vez desechado el proyecto Baldasano, suena con fuerza una nueva opción, ciertamente singular. Vlademir Tkachev se llama la criatura, eslavo de origen, con pasaporte alemán y afincado en Barcelona, empresario con múltiples ramificaciones y, según dicen, con buenas relaciones con el gobierno ruso. Pero todo ello es anecdótico ante el dato que ha causado furor en los círculos cadistas: Dueño de la revista Playboy en Ucrania. El tema promete. Si aparte de traer grandes jugadores y estar asesorado por diversos técnicos vinculados al Barcelona, se ofrecen suscripciones gratis a la revista con el carnet de abonado, se cambia el soso sponsor de las camisetas por alguna interesante fotografía o se amenizan los descansos con picantes espectáculos, estarán conmigo, pese al enfado de las feministas, que la campaña de abonados puede arrasar a la clásica caravana por los pueblos del incombustible Pepe Mata. Antonio, si estás pensando en volver a intentar la venta, no llames a Pina y tráete al ruso. La afición te lo agradecerá, pues, como cantaba un clásico carnavalero, no se puede perder ... el satirón gaditano.