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La hora de pagar

Los kosovares exigen que se cumplan las promesas hechas cuando eran perseguidos y aniquilados

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LLEGÓ el día y la futura plaza de la Independencia no está terminada; ni siquiera iniciada ¿Un síntoma para Kosovo? Ayer, 3.000 jóvenes y estudiantes en la plaza no acabada pedían a la UE «no más apaños» precedidos por el lema de «Independencia es la única solución». No es fácil que lo sea para el 44% de parados. Pero en la UE hay ya práctica unanimidad y el siguiente paso sólo puede ser reconocer lo sucedido y poner su bandera en algún sitio.

Kosovo será pues independiente -«antes de mayo» según los albaneses- pero para ser un estado hace falta algo más que estar. La UE, en todo caso, enviará 1.800 agentes y jueces y pondrá 600 millones de euros hasta 2011 para sostener lo que salga, mientras la OTAN permanecerá sobre el terreno para disuadir de violencias.

Mientras el líder estudiantil Burim Balaj clamaba a Europa «que se muestre unida», referencia a su desunión en los noventa ante a la debacle yugoslava, las autoridades de Pristina creen que la declaración de un estatuto independiente ya es sólo cuestión de fijar agenda con la UE y EE. UU.

Conscientes del precedente, desean que la responsabilidad sea compartida a alto nivel y no una farsa. El ganador de las elecciones, el ex comandante guerrillero Hashim Thaçi, se mostró prudente al asegurar a 'The Financial Times' que «para nosotros el reconocimiento es aún más importante que la declaración». Su predecesor, el también ex rebelde Agim Çeku, pidió que Serbia asuma la realidad, «elija avanzar hacia el futuro y no se quede aislada en el pasado». Y reiteró su «compromiso con un Kosovo democrático y multiétnico», algo improbable en toda posguerra.

El portavoz del Gobierno kosovar, Skënder Hyseni, decía que no habrá pronunciamiento unilateral pero la fecha tampoco se retrasará hasta después de primavera. En su entorno sugirieron que podría tener lugar entre enero y febrero, abriendo un periodo de transición de tres meses supervisado por la UE. Pero Alemania ha advertido contra precipitaciones y sugiere que «ahora debe comenzar una fase de intensivas conversaciones preparatorias con la Unión».

Kosovo resulta hoy tan impaciente como pobremente preparada. La guerra de 1998-99 cambió la imagen que el mundo tenía de sus habitantes, a los que durante la desintegración y contiendas «se les reiteró que esperaran su momento», recuerda el filósofo Shkëlzen Maliqi. «Eran la imagen de la resistencia pacífica a la opresión», pero con la promesa de un futuro independiente, y «al final ha llegado la hora de pagar».