Los presuntos asesinos de los guardias civiles se exponen a 30 años íntegros de prisión
Los presuntos militantes de ETA Saioa Sánchez Iturregi, Hintza, y Asier Bengoa López de Armentia, encarcelados en París por los asesinatos de los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero, se exponen a ser condenados a cadena perpetua con 30 años de cumplimiento íntegro como mínimo, la pena más alta del código penal francés. Esta máxima sanción es la que reciben los culpables del cargo de asesinato de personas depositarias de la autoridad pública con el agravante de terrorismo que les ha sido imputado por las dos juezas instructoras del sumario por el atentado del pasado día 1 en la localidad de Capbreton en Las Landas.
Actualizado:La causa, incoada por la Fiscalía de París, va dirigida contra los dos inculpados y «contra X», fórmula que alude a toda persona autora o cómplice del doble crimen.
Paradero desconocido
De esta manera se deja la puerta abierta a una futura imputación del tercer integrante del comando responsable del primer atentado contra la Guardia Civil en Francia, de identidad y paradero desconocidos. El fugitivo, del que se perdió el rastro pocas horas después de los asesinatos en las inmediaciones de Burdeos, es activamente buscado por las fuerzas de seguridad. Las juezas antiterroristas Marie-Antoinette Houyvet y Laurence Le Vert han inculpado a Sánchez y Bengoa como presuntos autores de los asesinatos. «Se parte de la calificación más alta y, a medida que la instrucción avanza, quizá se afine en vista del papel exacto de cada uno», explicaron fuentes jurídicas. Ambos imputados, que reconocieron su pertenencia a ETA en comisaría según dijo el jueves el fiscal jefe de París, Jean Claude Marin, ingresaron la noche del domingo en prisión preventiva.