El arzobispo de Granada, condenado por coacciones e injurias contra un sacerdote
Francisco Javier Martínez intimidó a Javier Martínez Medina para que paralizara la publicación de un libro sobre la Catedral de Granada
GRANADAActualizado:El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, ha sido condenado por el Juzgado de lo Penal 5 de Granada al pago de una multa de 3.750 euros por un delito de coacciones y una falta de injurias contra el sacerdote Javier Martínez Medina, que lo denunció también por otros dos delitos de coacciones, uno de lesiones psicológicas y otro contra la integridad moral, de los que ha sido absuelto.
Así lo ha dictado en su sentencia el titular del juzgado, Miguel Angel Torres, que ha condenado al arzobispo a pagar una multa de diez euros durante 12 meses por el delito de coacciones y diez euros durante 15 días por la falta de injurias. La Fiscalía y la defensa solicitaron la libre absolución del prelado.
El juez reconoce, según la sentencia, que fue el "enfrentamiento" con CajaSur del actual arzobispo y la vinculación que el denunciante tenía con la entidad el origen de esta causa, "peculiar e inusual", según detalla el propio magistrado, que trata de valorar, en suma, si "la aplicación del derecho canónico efectuada por el arzobispo vulnera o no gravemente los derechos constitucionales del querellante y reviste entidad delictiva".
La condena se produce porque entiende el juez que se obliga al sacerdote a "paralizar a la fuerza" un libro sobre la Catedral -encargado por el anterior arzobispo , Antonio Cañizares, que sería financiado por CajaSur y coordinado por Martínez Medina- para conservar su puesto. Esta presión fue acompañada de la suspensión de sueldo, un medio coercitivo más sobre su persona para quebrantar su voluntad.
Asimismo, se condena al arzobispo por una falta de injurias por las expresiones proferidas sobre la supuesta apropiación indebida por parte del denunciante de bienes del archivo o la catedral, que no han quedado acreditados, porque eran "innecesarias y excesivas", según la sentencia, ya que no existe el menor elemento que permita pensar que Martínez Medina se apropió de algo que no fuera suyo.
Absuelto del resto de delitos
Del resto de delitos queda absuelto y la mayor parte de los ataques contra Martínez Medina, con arreglo a las potestades del arzobispo, son "legítimas", según Miguel Angel Torres, ya que está perfectamente capacitado el arzobispo para cesarle de sus cargos y retirarle el uso de dependencias catedralicias como así hizo.
Incluso, destaca el juez, puede removerlo de canónigo, si bien es cierto que no presionarlo suspendiéndolo, como hizo, delito autónomo por el que ha sido condenado. Descarta el juez las lesiones psicológicas y también el delito contra la integridad moral ya que del conjunto de conductas analizadas sólo una tiene entidad delictiva.
Por contra, el juez ha considerado probado que el arzobispo mantuvo un "enfrentamiento" siendo obispo de Córdoba con la entidad CajaSur, que sin embargo, mantenía unas "excelentes relaciones" con el anterior arzobispo de Granada, Antonio Cañizares, en virtud de la cual se encargaron varios proyectos.
Dos de estos fueron el Museo de la Catedral y un libro sobre la misma que fue encargado para que lo coordinara al denunciante, que "simbolizaba en Granada tanto a CajaSur como a Antonio Cañizares", a la llegada del actual arzobispo a Granada, que desde el inicio intentó romper toda relación con la entidad, poniendo fin a la colaboración y malogrando los proyectos en curso.