Zapatero se vende caro
Zapatero ha declarado que no se cierra a la posibilidad de un pacto con el PP. «Es difícil», ha dicho. Para él, Rajoy llevó sus discrepancias con el Gobierno demasiado lejos y, por tanto, va a resultar muy costosa la recomposición de una política unitaria. Así de irreal está siendo la versión de Zapatero sobre las relaciones de los dos grandes partidos. En su pretensión por resultar creíble no ha encontrado otra forma más eficaz que la de inventarse la realidad. Explica su ruptura del Pacto por las Libertades como si se hubiera tratado de una operación del PP y trata de ocultar el proceso de paz y las negociaciones con ETA en una supuesta intransigencia del PP. Pero ¿acaso no sabe Zapatero que casi todo el mundo es consciente de que la interrupción de las negociaciones con ETA y la vuelta a unos ciertos enfrentamientos con la banda se deben a la proximidad de las elecciones?
Actualizado: GuardarZapatero sabe que los pueblos están siempre dispuestos a aceptar los planteamientos favorables a sus aspiraciones. Y el español es uno de ellos. Rajoy tratará de demostrar que siempre estuvo dispuesto al pacto y que nunca escatimó los apoyos. Más aún ¿quién no sabe que Zapatero estaba ya negociando con ETA al tiempo que le proponía a Aznar el Pacto por las Libertades y que fue él quien lo rompió cuando le interesó hacer públicos los encuentros con la banda?
Zapatero sabe que, ante sus presiones, Rajoy llevará sus ofertas de consenso hasta las vísperas de las elecciones. Como si tuviera que ser él, como jefe de la oposición, el que cargara con la responsabilidad de los desencuentros entre el Gobierno y la oposición a lo largo de estos cuatro años. En este clima, el último truco con el que Zapatero trata de embaucar a Rajoy es la ilegalización de ANV. ¿Llegará a tomar la medida o se limitará a una reducción del ámbito electoral al País Vasco? La respuesta vendrá dada por las indicaciones de los sondeos de opinión, aunque Zapatero volverá a negociar con ETA en el caso de que gane las elecciones de marzo. De hecho no se ha comprometido a lo contrario. Más bien ha querido siempre dejar claro que negociará con ETA cuando lo considere necesario por el bien del país. La incógnita no está ahí sino en si ganará o no las elecciones.