![](/cadiz/prensa/noticias/200712/10/fotos/034D7CA-ECO-P1_1.jpg)
El petróleo seguirá disparado hasta la segunda mitad del próximo año
Los expertos sostienen que el riesgo real de que Estados Unidos pueda atacar Irán mantendrá aún la tensión en los precios del 'oro negro'
Actualizado: GuardarLos consumidores van a tener que seguir soportando las consecuencias de que el precio del petróleo esté disparado y apenas se apee de la barrera de los 90 dólares por barril. Al menos hasta la segunda mitad del próximo año. Esa es la tesis mantenida por expertos consultados por El CORREO, que sostienen que tras los actuales niveles a los que se paga el oro negro se esconde, además de otros riesgos geopolíticos, básicamente el temor a que Estados Unidos pueda atacar Irán. Es el mantenimiento de ese riesgo lo que prolongará durante los primeros meses de 2008 la actual tensión en los precios, aseguran los analistas.
El crudo, que superó por primera vez los 50 dólares por barril a finales de 2004, se encuentra en niveles no conocidos hasta ahora. Durante los últimos meses mantiene una carrera alcista imparable. A tal extremo ha llegado la situación que el pasado noviembre llegó a rozar los 100 dólares. En concreto, se quedó en 99,29. Lejos de relajarse, su importe se ha mantenido durante las últimas fechas -esta semana ha cerrado ligeramente por debajo de 89$- y ya nadie duda de que podrá superar en breve la psicológica barrera de los 100.
¿Qué porcentaje de ese precio obedece a la lógica de la industria petrolífera y del mercado y qué parte a la especulación y a los riesgos geopolíticos? Los medios consultados son muy claros: «el coste razonable del crudo puede situarse algo por encima de los 60 dólares. Todo lo que pase de ese nivel se debe a las incertidumbres existentes. Básicamente a la relativa al futuro de Irán».
Más allá de opiniones, lo cierto es que la realidad se ha encargado de demostrar de forma reiterada que existen elementos que impiden que el valor del crudo emprenda una tendencia bajista. Prueba de ello es que ni los tranquilizadores mensajes de la Organización de Países Exportadores de Petroleo (OPEP) -hace escasas fechas se comprometió a garantizar un suministro adecuado y fiable y a lograr la estabilidad del mercado- han sido capaces de cambiar el actual estado de cosas.
La tesis de Bush
De cara a 2008 la situación seguirá siendo preocupante. Analistas consultados mantienen que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, no ha abandonado aún su idea de atacar Irán. Esa tesis quedó puesta de manifiesto la pasada semana. Pese a que un informe de la Agencia de Inteligencia Estadounidense confirma que el país árabe interrumpió hace nada menos de cuatro años sus intentos secretos para hacerse con armas nucleares, Bush no ceja en su teoría de que Teherán todavía representa un riesgo intolerable para la comunidad internacional. A su juicio, «Irán era un peligro, es un peligro y continuará siendo un peligro».
Pues bien, en determinados ámbitos de estudiosos del sector del crudo se mantiene que el dirigente republicano sostendrá a toda costa tal posición al menos durante los primeros meses del próximo año. Esa tesis añade que sólo la cercanía de las elecciones presidenciales -los comicios se celebrarán en EE UU en noviembre de 2008-, le disuadirán definitivamente de atacar Irán, dado el daño que puede hacer al candidato de su partido para aspirar a la presidencia del país. Al respecto, los expertos sitúan la próxima primavera como un momento crítico para una posible ofensiva.
En suma, habrá que esperar a la marcha de los acontecimientos. Pero, pase lo que pase, no hay que olvidar el mensaje del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, a Estados Unidos durante la reciente cumbre de la OPEP. El líder bolivariano advirtió a la primera potencia del mundo que si «comete la locura de invadir Irán o de atacar a Venezuela», el precio del barril podría alcanzar los 200 dólares.
Mientras tanto, pese a lo que pueda parecer, a la OPEP, con Arabia Saudí al frente, no le interesa -explican los analistas- que el precio del crudo se mantenga en el entorno de los 90 dólares. Son varios los riesgos que entraña. Entre ellos, que ese elevado importe desincentiva el uso del oro negro y anima a potenciar la producción de cualquier alternativa existente, como los biocombustibles. Además, los saudíes tampoco olvidan que ese cártel no controla el mercado mundial y que otros productores no integrados en la organización pueden ver impulsadas sus opciones de venta de petróleo.
Discordia
Los expertos recuerdan que «mientras Arabía Saudí tiene una percepción del petróleo a largo plazo, otros países como Venezuela e Irán tiene una visión cortoplacista». Sea como fuere, lo cierto es que la pasada semana la OPEP rechazó elevar en 500.000 barriles diarios su producción pese a la petición de EE UU y de otros grandes consumidores. La decisión ha sido considerada como una victoria de Hugo Chávez y Mahmud Ahmadineyad. Éste último anunció el sábado que Irán dejará de vender petróleo en dólares por considerar que esa moneda no es «fiable». En suma, un nuevo elemento que, lejos de relajar la tensión, aviva el fuego de la discordia.