LAMENTO. Adrián Máiquez se muestra preocupado por la derrota de su equipo en Puertollano. / SUR
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Batacazo en Puertollano de un Algeciras que cae al farolillo rojo

Unión Deportiva Puertollano y Algeciras Club de Fútbol se la jugaban ayer en 90 minutos en el Sánchez Menor.

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Uno, porque sus aficionados no le iban a perdonar otra cosa que no fuera la victoria frente al débil Algeciras, y el otro porque la derrota lo mandaba directamente a ocupar la última posición de la tabla clasificatoria.

Estos dos factores hacían suponer que ambos equipos iban a ofrecer a los casi tres mil espectadores que se dieron cita en el estadio manchego un bonito espectáculo de fútbol.

Nada más lejos de la realidad, ya que el partido se convirtió en un monólogo del conjunto azulino, que en los primeros veinte minutos pudo dejar sentenciado el partido ante un abúlico rival que en ningún momento supo plantarle cara y responder con las mismas armas.

En estos primeros compases, los de Sánchez de la Nieta pudieron hacer dos e incluso tres goles ante un Algeciras que daba la impresión de ser un equipo técnicamente flojo, con muchos nervios y una actitud lamentable.

Por contra, a su rival le fallo la puntería, ya que Andrés, el más peligroso del Puertollano, tuvo dos ocasiones claras en los minutos 5 y 7 de partido, y seguidamente David Gallo pudo anotar el primero en un remate de cabeza en el segundo palo.

Parecía mentira pero al cumplirse los primeros treinta minutos el Algeciras mantenía imbatida su portería, aunque eso sí, no se había aproximado en ningún momento a Rojas.

Inevitable

Pero tanto va el cántaro a la fuente que termina por romperse. El que lo hizo añicos fue el ex jiennense David Gallo, en el minuto 33, quien mandó al fondo de la red un centro de Amores. A partir del gol el Algeciras demostró mucho más sus carencias, ya que intentó irse al ataque. Entonces se vio que si en defensa estaba fallando de una manera lamentable, en el ataque no lo hacía mucho mejor.

La segunda parte fue un calco de la primera y dejó una imagen pobre de un equipo que parece no tener argumentos para evitar lo que se le viene encima.