Una paralización y varios contratiempos más
La construcción del centro de congresos debía de haber concluido entre finales de 2006 y enero de 2007, pero la aparición de ciertos imprevistos, como una paralización parcial, obligó a la empresa Procondal a invertir mayor tiempo en los trabajos diseñados.
Actualizado: GuardarLas primeras complicaciones surgieron poco después del inicio de las obras, durante la demolición de parte del edificio. Dicha operación resultó ser más compleja de lo previsto debido a que el inmueble contaba con varias capas de hormigón armado, en lugar de la habitual estructura de ladrillo.
El segundo contratiempo llevó a la empresa a excavar en la zona trasera de los terrenos para encontrar la cota de la calle Benito Pérez Galdós. Procondal tuvo que acometer esta tarea con especial cuidado y lentitud, ya que la decisión de haberla llevado a cabo, de una sola vez, hubiera puesto en peligro la estabilidad de los edificios colindantes.
Por otro lado, a estos inconvenientes se le unió hace escasos meses la orden de la Delegación Provincial de Cultura de paralizar las obras de construcción del centro. Pese a que la Administración autonómica aprobó la actuación en 2005, Cultura consideraba que los trabajos acometidos en la parte trasera, colindante a la calle Benito Pérez Galdós, son ilegales, ya que la altura alcanzada en dicha zona supera la permitida por el planeamiento vigente.
En principio, el Ayuntamiento hizo caso omiso de esta orden, pero luego decidió cesar las obras en el área afectada, que ocupa alrededor del 4 por ciento del total de la actuación.