Paso a paso hacia el éxito
La buena acogida de los vinos tintos de Huerta de Albalá confirma que la ambiciosa apuesta de Vicente Taberner aún tiene mucho futuro
Actualizado: GuardarEl lugar elegido no fueron las tierras de Argentina o Chile, ni siquiera las de La Rioja, aunque todas estuvieron entre las candidatas. La finca que el empresario Vicente Taberner escogió para poner en marcha su ambicioso proyecto se ubica en Arcos de la Frontera y recibe el nombre de Huerta de Albalá. En esta antigua villa romana se construyó un chateau de corte moderno diseñado por Mariano Taberner y en el que las 75 hectáreas de viñedo conviven con los 4.600 metros cuadrados de bodega.
En ella echó a andar esta iniciativa vitivinícola con la que su impulsor ha logrado desechar mitos y liberarse de los corsés preestablecidos. Lo explica así el mismo Taberner, que apunta que «hemos logrado demostrar a los incrédulos que en la provincia de Cádiz se pueden hacer tintos de gran calidad».
El éxito es la conclusión a la que se llega después de analizar la evolución de esta apuesta empresarial que comenzó en el año 2000 con la compra de las 91 hectáreas de terreno y que tuvo uno de sus puntos álgidos en 2006, cuando se lanzaron al mercado sus dos primeros vinos, el Taberner y el Taberner 1, de producción limitada y exclusivo. Como explica Taberner, «en nuestro primer año superamos todas las expectativas y alcanzamos unas cifras de ventas que oscilaron entre las 130.000 y 150.000 botellas en el caso del Taberner, y que en el caso del tinto de más alta gama fueron unas 12.500».
Y las previsiones para la campaña de este año, en la que ya se está comercializando la producción de la cosecha de 2006, no son menos halagüeñas. No en vano, Taberner confirma que «hemos logrado ya uno de nuestros primeros objetivos, que era el de situarnos entre los 30 ó 40 mejores vinos tintos del mercado». Así lo confirman las críticas de la prensa y de las principales guías especializadas del sector, que han puntuado por lo alto estos caldos.
Para ello ha sido fundamental su apuesta por la calidad, incluso a costa de sacrificar mayores volúmenes de producción, y la labor de un equipo liderado por la enóloga Milagros Viñegra. Ellos son los artífices de la buena acogida que están teniendo el Taberner y el Taberner 1, y los que trabajan sin descanso para que «el vino siga ganando calidad año tras año», explica el empresario.
En su tarea tienen que hacer frente a cualquier imprevisto, como los de la vendimia de este año, que saldrá al mercado el año que viene, y que «ha sido complicada, ya que hubo que estar muy pendiente de las viñas a causa del retraso en la cosecha, lo que nos obligó a hacer una mayor selección en las cepas», insiste Taberner. Pese a todo sentencia que «a fecha de hoy la evolución que está teniendo el vino me gusta mucho».
La crianza del vino que se almacena en las 1.600 barricas de roble francés se vigilará con mimo para así «certificar que nuestro éxito no es una casualidad», que esta inversión de 15 millones de euros «no se hizo sin ton si son» y que «podremos seguir llegando a nuevos mercados», destaca Taberner, que también recuerda que «estamos presentes por todo el mundo, ya que el 50% de nuestra producción se va al exterior».
Estas cifras son las que confirman día a día que su apuesta por romper con la producción tradicional de la provincia, el vino de Jerez, fue acertada. Taberner, buen conocedor del Marco y que llegó a ser socio de la bodega Rey Fernando de Castilla, sabía que «el mercado del jerez estaba saturado, y no habría demasiadas oportunidades para un proyecto nuevo». Por eso eligió el tinto, animado por el hecho de que «no había ningún proyecto de esta envergadura y de calidad en Andalucía». En sus propias palabras, «apostamos a caballo ganador».
Y ya plantea nuevos retos, que no pasan sólo por alcanzar los primeros puestos de ventas con los productos actuales, sino que pronto podrían materializarse en el lanzamiento de dos nuevos vinos, algo en lo que ya trabajan.
ppacheco@lavozdigital.es