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El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, protagonista de la Cumbre, a su llegada a la ceremonia de clausura. /EFE
RELANZAn LAS RELACIONES

La UE y África consideran un éxito la Cumbre de Lisboa aunque mantienen sus diferencias comerciales

El presidente de Zimbabue denuncia la "arrogancia" de la UE y ataca al Reino Unido y Alemania

EFE |
LISBOAActualizado:

La Cumbre de Lisboa ha echado el cierre con una coincidencia entre los líderes que se han reunido en la capital portuguesa: consideran que la cita ha servido para pasar página y marcar un antes y un después en las relaciones entre los dos continentes. Los dirigentes políticos consieran que ha sido un éxito pese a las diferencias para renovar algunos acuerdos comerciales.

Las críticas europeas al presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, y, en dirección inversa, los reproches del líder libio, Muanmar Gadafi, por el colonialismo, han acaparado gran parte de la atención de la II cumbre UE-África.

La cita, que ha reunido en Lisboa a líderes de 80 países, ha sido, según resaltaba en la clausura el anfitrión, el primer ministro portugués, José Sócrates, un éxito "histórico" que ha "pasado página" en el bloqueo que arrastraban las relaciones entre los dos continentes desde su primera cumbre, hace siete años en El Cairo.

El documento de conclusiones anuncia una nueva "relación estratégica", con planes de acción a tres años vista en ocho áreas, incluidas las de seguridad, desarrollo, comercio, energía, cambio climático o inmigración.

Las conclusiones no hablan de financiación, si bien la Comisión Europea aspira a encauzar hacia estos nuevos objetivos el montante de la ayuda al desarrollo que la UE y sus Estados miembros dedican al continente africano, unos 36.000 millones de euros anuales.

Sin acuerdo en la política comercial

La ambición de los objetivos a largo plazo pactados por los mandatarios contrasta con la falta de avances en la cuestión más inmediata de sus relaciones: los acuerdos de libre comercio que la Comisión Europea trata de suscribir con las regiones africanas.

El presidente de Senegal, Abdulayé Wade, ha liderado durante la cumbre la oposición a una iniciativa que considera perjudicial para África y, en rueda de prensa, ha llegado a instar a los africanos, "desde Casablanca hasta Ciudad del Cabo", a manifestar su rechazo.

La posición africana no ha sido tan unitaria como pedía Wade, pues 13 países -Botsuana, Kenia, Mozambique o Zimbabue, entre ellos- ya han accedido a firmar los nuevos acuerdos para no perder su acceso privilegiado al mercado europeo cuando expire el actual régimen arancelario que les asigna la Unión, el próximo 31 de enero.

Éste riesgo ha sido el principal argumento empleado por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

Réplica europea a Mugabe

Pese a la falta de avances en el capítulo comercial, Barroso, Sócrates y sus homólogos africanos -el presidente de la comisión de la Unión Africana, Alfa Omara Konaré, y el mandatario ghanés, John Kufuor, que ejerce la Presidencia de turno de esta organización- han coincidido en elogiar el tono y los resultados de la reunión.

Los reproches del presidente de Zimbabue han tenido respuesta en el alto representante para la Política Exterior de la UE, Javier Solana. A las acusaciones de "arrogancia" de la UE le ha respondido que que son los propios zimbabuenses quienes sufren "la degradación de la situación económica, humanitaria y política" derivada del régimen de Mugabe y recordar que Europa sigue siendo "de lejos" la principal donante de ayuda a su país.

Una cita histórica para pasar página

José Sócrates, encargado de clausurar esta cita, se ha referido a la Cumbre como un hecho "histórico" que ha "pasado página" en las relaciones de los dos continentes.

El dirigente socialista luso ha valorado como "extraordinario" el desarrollo del encuentro y sus resultados, que superan un punto muerto en las relaciones euro-africanas que había durado muchos años.

Sócrates ha afirmado que, tras la cita de hoy, se mantendrá lo que ha definido como "el espíritu de Lisboa", para un encuentro que, a su juicio, ha estado presidido por un sentimiento de colaboración entre todas las partes.

"Vencimos las dificultades que se pusieron por delante y al final el trabajo mereció la pena", ha señalado Sócrates.