La mayoría de las gaditanas que toman la píldora postcoital aduce la rotura del preservativo
Los centros de salud de la provincia dispensaron este fármaco en 2006 a 12.000 mujeres, el doble que en 2003
Actualizado:Los centros de salud y los servicios de Urgencias de los hospitales gaditanos dispensaron en 2006 la píldora postcoital a un total de 12.047 mujeres (231 a la semana), casi el doble que durante 2003, cuando recibieron este medicamento 6.826 pacientes. El consumo de este fármaco, que se utiliza como anticonceptivo de emergencia en las 72 horas posteriores a una relación sexual de riesgo, no ha dejado de crecer desde que en 2001 la Consejería de Salud decidió dispensarlo en los servicios de urgencias de centros de salud y hospitales.
La mayor parte de la demanda se concentró en 2006 en el grupo de chicas de 20 a 24 años (3.735 del total de solicitudes). Y en 9.344 casos el motivo que las usuarias adujeron fue la rotura o retención del preservativo, según los datos facilitados por la Delegación Provincial de Salud.
Del total de las mujeres a las que se les dispensó la píldora del día después el año pasado 9.697 aseguraron que usaban como método anticonceptivo el preservativo, 1.266 indicaron que no usaban ningún método, 629 señalaron que utilizaban anticonceptivos hormonales y 258 DIU y otros métodos.
El perfil de la mujer que acude a los servicios de Urgencias para solicitar este medicamento es el de una joven de 24 años, que ha tenido una relación de riesgo 12 horas antes, coincidiendo con el fin de semana. Así se desprende de un estudio que ha llevado a cabo el Hospital de Alta Resolución de Almería con 119 mujeres y que se presentó en el último congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), celebrado en Sevilla el pasado mes de noviembre.
También a menores
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) facilita la píldora a todas las mujeres en edad fértil que puedan precisarla. Sin embargo, la valoración de los profesionales es fundamental a la hora de prescribir este fármaco, para garantizar un control riguroso y un uso racional del mismo. El año pasado los médicos no prescribieron la píldora a más de un millar de mujeres en toda Andalucía por riesgo sobrepasado. Es decir, que decidieron no recetarla se había superado el tiempo máximo para que su utilización tuviera total efectividad.
El funcionamiento de la píldora postcoital va en proporción a las horas transcurridas desde que la mujer mantuvo la relación sin protección. Cuanto antes se administre la dosis mayor es la posibilidad de que no se produzca un embarazo. Si han transcurrido menos de 24 horas desde la relación, la píldora tiene el 95% de efectividad, entre 25-48 horas, alrededor del 85%, y más de 48 horas, sobre un 58%.
Cuando atienden a una mujer que llega a un centro de salud reclamando este fármaco, los profesionales de la provincia la informan sobre el uso de medidas anticonceptivas para que no vuelva a verse en una situación de emergencia. Y ponen especial énfasis en la necesidad de prevenir embarazos no deseados en adolescentes.
Y es que la píldora postcoital es un anticonceptivo que sólo debe utilizarse de forma excepcional, cuando haya fallado el método usado durante el coito o cuando no se haya realizado sin protección. Por este carácter de excepcionalidad, todos los centros sanitarios de la provincia están obligados a tener en sus botiquines este medicamento, que puede ser indicado por cualquier facultativo que trabaje en consultorios, centros de salud, hospitales o servicios de urgencia hospitalarios y de atención primaria. Los programas de planificación familiar y los de atención y educación sexual a jóvenes también realizan esta prestación.
El tratamiento, sólo indicado ante la posibilidad de que pueda producirse un embarazo tras relaciones sexuales con coito y sin protección, consiste en la administración por vía oral de dos tabletas de 0,75 miligramos de Levonorgestrel.
No es abortiva
La píldora postcoital puede impedir un embarazo actuando de diferentes maneras: bien retrasando la ovulación o evitando la fecundación si el óvulo se encontrara en la trompa, o impidiendo la implantación del óvulo fecundado. No actúa si el óvulo está implantado en el útero, por lo que no interfiere en un embarazo ya iniciado, ni provoca un aborto.
Además de los programas de planificación familiar desarrollados en los centros de salud, la Consejería de Salud está impulsando el programa Forma Joven, una asesoría con personal sanitario, educativo y mediadores juveniles que se oferta a los institutos para abordar los temas que más preocupan a los adolescentes, entre los que se encuentran las relaciones sexuales, las adicciones y los trastornos de salud mental. Esta iniciativa se desarrolla conjuntamente con la Consejería de Educación y Ciencia, el Instituto Andaluz de la Mujer, el Instituto Andaluz de la Juventud y el Comisionado para las Drogas y se han consolidado ya más de 400 puntos de información repartidos por todos los centros de enseñanza secundaria de Andalucía.
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