DOLOR. Compañeros del joven guardia civil asesinado portan el féretro con sus restos mortales en medio de un gran silencio. / EFE
ESPAÑA

Los Reyes presiden un funeral de Estado emotivo y marcado por la unidad

Multitudinaria asistencia en la localidad abulense de El Tiemblo al entierro del segundo agente asesinado por los terroristas en el suroeste de Francia

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El intenso frío y las escenas de dolor marcaron el adiós al guardia civil Fernando Trapero, asesinado por ETA en la localidad francesa de Capbreton. Cientos de compañeros del agente muerto se congregaron en el colegio de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada de Valdemoro, en Madrid, para asistir al funeral de Estado que fue presidido por los Reyes y los Príncipes de Asturias, como ya hicieran el pasado domingo en los oficios fúnebres de Raúl Centeno, el otro funcionario tiroteado por los terroristas en el mismo atentado.

Desde minutos antes de que comenzara el funeral, centenares de agentes inundaron el patio del colegio, decorado con decenas de banderas españolas, para dar la despedida a su compañero de la 87 promoción. Antes de que el féretro de Trapero fuera conducido frente al altar de campaña, los 125 alumnos de la 2ª compañía de Guardias Jóvenes ya formaban para rendir honores, junto a una escuadra de gastadores y más de medio millar de comisionados uniformados en representación de las diferentes unidades del cuerpo.

Las principales autoridades del Estado también se desplazaron a Valdemoro para presentar sus respetos al guardia asesinado.

José Luís Rodríguez Zapatero estuvo acompañado por la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y los ministros Alfredo Pérez Rubalcaba, José Antonio Alonso y Elena Salgado. El secretario de Estado para la Seguridad, Antonio Camacho, y el director de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, encabezaron la nutrida representación de las fuerzas de seguridad del Estado, a las que ayer se unieron mandos de los tres ejércitos, la Ertzaintza, Mossos dEsquadra, Renseignements Généraux galos y la Policía Judicial y Gendarmería Francesa.

Oficio religioso

El PP estuvo representado por Mariano Rajoy, Eduardo Zaplana e Ignacio Astarloa, que estuvieron acompañados de los socialistas José Blanco y Diego López Garrido, así como por el líder de IU, Gaspar Llamazares.

Tras la celebración religiosa oficiada por el vicario general castrense, Ángel Cordero, el Rey depositó sobre el féretro la cruz al mérito de la Guardia Civil y la medalla de oro al mérito policial.

El Adiós Polilla, la canción de despedida de los alumnos (polillas) del colegio, fue también el adiós al féretro de Trapero.

Dos horas después del final de funeral, a las 15,05 horas, la comitiva fúnebre llegó a la localidad abulense de El Tiemblo, de donde son originarios los padres de Trapero.