Brindis por Holly, Vitto y Maggi
Simone Righi recordó a sus mascotas cuando salió ayer de la cárcel
Actualizado: GuardarCargado con un pequeño equipaje en bolsas precintadas y contiendo la emoción, Simone avanzaba por los 150 metros que separan la puerta de la prisión del control de paso de la salida. Al otro lado de la barrera, su pareja no podía contener los nervios, llevaba la noche entera imaginando el reencuentro. Fiori no dejó que Simone pasara el control cuando se le abalanzó, fundiéndose en un profundo abrazo. Los amigos que acompañaban no dudaron en aplaudir, ante el asombro de los familiares del resto de presos que se encontraban esperando la comunicación con los internos.
Simone, después de dos meses de cautiverio, no sabe cómo actuar, «me siento extraño aquí fuera, estaba acostumbrado a andar 40 metros». Simone no hace planes de futuro; por el momento sólo sabe que se levantará junto a Jo Fiori en casa de una amiga que ha ofrecido compartir su vivienda con la pareja hasta que todo vuelva a la normalidad.
El brindis estuvo dedicado a los apoyos recibidos dentro y fuera de la cárcel, a «una autentica luchadora que es Jo» y a sus tres mascotas muertas en la perrera El Refugio «por Holly, Vitto y Maggi».
Una vez pasado el momento de euforia, y al preguntar por cómo ha vivido en el interior de la prisión, Simone se emociona y deja caer una lágrima por la mejilla, «he estado dentro pensando, escribiendo cartas para responder a la gente que me ha dado la fuerza y limpiando mucho», asegura conteniendo las lágrimas.
El mérito de no haberse derrumbado lo ha atribuido a las personas más queridas: «Sin mi mujer y mi familia habría sido un camino aún más difícil». Ahora Simone tendrá que recuperar y acostumbrarse a vivir en libertad al lado de su pareja.