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EL FORO

Triste informe

Esta semana hemos conocido en detalle el llamado Informe PISA, la evaluación del sistema educativo más prestigiosa del mundo. El trabajo analiza la formación de los estudiantes de 15 años, edad a la que la mayoría de los jóvenes europeos finaliza la enseñanza obligatoria. El estudio sirve, lógicamente, para hacer un diagnóstico sobre el sistema educativo de cada país. No sé a quién han podido sorprender los resultados. Los alumnos españoles están a la cola del continente. Y en Andalucía, una de las comunidades españolas que pidió datos diferenciados, somos los últimos de la fila.

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Tengo la firme convicción de que la educación en España se ha convertido en una asignatura pendiente y necesita cambios urgentemente. Las sucesivas reformas educativas lo único que han conseguido ha sido rebajar el nivel de exigencia a los alumnos y así empeorar la enseñanza que reciben. No voy a decir aquello de «cualquier tiempo pasado fue mejor» pero yo prefiero que las notas tengan puntuación y no un progresa adecuadamente. Prefiero que los alumnos repitan de curso si no superan un mínimo suficiente de asignaturas y no que pasen al siguiente nivel porque sí. Con el sistema actual no se incentiva la cultura del esfuerzo. Los chavales no valoran nada, pierden interés por aprender y con el paso del tiempo se convierten en auténticos catetos. Si a todo ello sumamos, entre otros problemas, la pérdida de autoridad de los docentes en las clases y la incorporación constante durante el curso de alumnos inmigrantes tenemos una educación en crisis necesitada de soluciones. La enseñanza de calidad es un derecho de todos y no de los pocos cuyos padres pueden pagar un colegio privado exclusivo. No obstante, la formación de cualquier niño o joven no sólo pasa por el colegio. El entorno también influye. Aunque, realmente, son los progenitores los que tienen la mayor responsabilidad sobre sus hijos. Son ellos los que tienen que inculcar a sus vástagos valores como el esfuerzo, la perseverancia o la constancia e incitarles a descubrir y disfrutar de la lectura. Leer es el ejercicio intelectual más enriquecedor. Los jóvenes serán mucho más cultos el día en el que incluyan entre sus aficiones preferidas la lectura.