Filtraciones en la cúpula militar de Irán desvelan su situación nuclear a EE UU
¿Qué ha cambiado para que Irán haya pasado en una sola semana de buscar a no buscar armas nucleares? La respuesta al giro copernicano en las estimaciones de los servicios de inteligencia de EE UU parece encontrarse en las profundas reformas adoptadas desde el 11-S y la multiplicación de recursos para actividades de espionaje. Una redoblada capacidad que habría conseguido infiltrarse de alguna forma en cúpula militar de la teocracia de Teherán. De acuerdo a los detalles ofrecidos ayer por 'The New York Times', el cambio de apreciación sobre la amenaza iraní se cimienta en una serie de notas secretas interceptadas el pasado verano. Documentos que reflejan las deliberaciones de altos cargos militares persas al frente de programas de desarrollo de armas, financiados generosamente con los ingresos petroleros.
Actualizado: GuardarEstas notas incluirían conversaciones en las que mandos se quejaban con amargura de la decisión adoptada a finales de 2003 por sus superiores. Una orden, de la que se desconoce su origen, pero que en la práctica supuso congelar el complejo proceso que supone diseñar y construir armas nucleares, incluidas cargas válidas para ser transportadas por misiles balísticos.
Aprender de los errores
Aplicando algunas de las lecciones duramente aprendidas por los servicios de inteligencia estadounidenses tras haber atribuido erróneamente armas de destrucción masiva a Irak, todo este material habría sido corroborado a través de fuentes alternativas. Y acompañado con un esfuerzo de seguimientos, infiltraciones y escuchas expandido en los últimos años. Sin entrar en cuestiones de fuentes o métodos, la CIA y otras de los dieciséis organismos que componen el espionaje de Estados Unidos han organizado un 'equipo rojo' para determinar si la información recibida podría formar parte de una campaña de desinformación salida de Irán con el fin de evitar sanciones.
El acceso a estas notas se habría producido en agosto, pero la Administración Bush insiste en que hasta hace unos días no se ha establecido claramente la validez de estos indicios. Período de tiempo durante el que el presidente llegó a invocar la tercera guerra mundial de no hacerse nada para evitar que Irán entre el club nuclear.