La mayoría de los vecinos son jubilados

l temor a que el Ayuntamiento derribe sus casas en cualquier momento ha acompañado a los vecinos del Pago de Santa María desde hace décadas. No obstante, pagan la contribución y poseen agua potable y luz ya que hace 20 años comenzó un proceso de legalización que nunca llegó a finalizar. Ahora, la llegada del nuevo PGOU supondrá la regularización de sus casas, no obstante para ellos significará un coste demasiado elevado. «La mayoría de los residentes de esta zona son personas mayores y jubiladas, con pensiones mínimas que perderán el 50% de sus terrenos, por lo que tampoco nos quedará suelo que vender para sacar dinero y poder pagar la urbanización».