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RECEPCIÓN. Manuel Marín, acompañado de Zapatero, Rojo, Zaplana, Rajoy y Carmen Calvo, en la Cámara Baja. / AFP
ESPAÑA

Zapatero y Rajoy aproximan posiciones para recuperar el consenso antiterrorista

El jefe del Ejecutivo confirma su voluntad de ilegalizar a ANV El líder del PP desiste de exigir la renuncia explícita a negociar con ETA

P. DE LAS HERAS
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Nunca, en toda la legislatura, la coincidencia en materia antiterrorista de Gobierno y PP había sido tan amplia como en este momento. Pero José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy no harán borrón y cuenta nueva. Han sido demasiados los desencuentros como para hacer ahora, según el jefe del Ejecutivo, un «canto a la unidad». Ambos líderes políticos aprovecharon, sin embargo, el vigesimonoveno aniversario de la Constitución para dar un paso hacia un frente común. El presidente confirmó su voluntad de ilegalizar a ANV, en cuanto existan pruebas contundentes, y el jefe de la oposición desistió de obtener una renuncia expresa al diálogo con la banda terrorista.

Mariano Rajoy se da por satisfecho, según dijo, con que la política antiterrorista del Gobierno busque la «derrota» de ETA. Cree que es la mejor demostración de que el Ejecutivo asume como propia la postura que los populares defendieron en solitario durante casi tres años. Pero si descarta reclamar a Zapatero que proscriba la negociación con la banda terrorista es también porque entiende que esa es una de sus bazas electorales. «Los españoles necesitan certidumbres y seguridad y conmigo pueden estar tranquilos -garantizó-: yo no voy a negociar».

Zapatero ha eludido siempre atarse las manos de manera definitiva en este terreno. En su comparecencia ante los medios, tras el acto de homenaje a la Carta Magna celebrado en el Congreso de los Diputados, insistió aún así en que no hay expectativas de un nuevo diálogo con la banda y prometió luchar con todas las fuerzas del Estado de Derecho contra el terrorismo. «Los hechos -dijo en referencia a las últimas actuaciones de las fuerzas de seguridad- son inequívocos y contundentes».

Frágil legalidad

El PP considera, en todo caso, que aún es necesario («más que nunca», dijo Rajoy) poner en marcha la ilegalización del PCTV, con representación en el Parlamento autonómico, y de ANV, presente en varios consistorios vascos y navarros. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que la Policía, la Guardia Civil y la Fiscalía «están encima de este asunto». Y el propio Zapatero dijo que la falta de condena al último atentado de ETA hace «más frágil» la legalidad del partido resucitado en los últimos comicios municipales por la izquierda independentista.

Nada de esto basta aún para considerar que el PP y el PSOE han llegado, en palabras del presidente del Gobierno, a un «entendimiento sincero». Alcanzarlo requerirá, a su juicio, el máximo esfuerzo porque la aparente unidad carece de «cimientos anclados». Zapatero renuncia esta vez a la escenificación de las entrevistas en La Moncloa. «Tengo la intención de dar los pasos necesarios para un diálogo fluido, pero no nos marquemos citas -dijo-, dejemos que todo se desarrolle con naturalidad». En esta semana, según dijo, ya ha telefoneado a Rajoy tres veces. La última para informarle de las detenciones practicadas ese medio día por la policía francesa.

Que algo ha cambiado es evidente porque el presidente del Gobierno y el líder de la oposición se saludaron y no hicieron lo imposible para evitar cruzarse como ha ocurrido en otros actos públicos. Incluso se dieron la mano, según aseguró Rajoy. Con todo, el presidente del PP no abandonó su tono crítico y, con la mirada puesta en las elecciones, aprovechó la ocasión para hacer balance de estos cuatro años de Gobierno socialista con una frase que se convertirá en cantinela de su campaña: «Ha habido demasiada negociación con ETA, demasiado debate territorial y demasiada desatención a lo que de verdad preocupa a los ciudadanos: la economía y la educación».