CONSTRUCCIÓN. Vista de un edificio en obras. / EFE
Economia

La OCDE rebaja al 2,5% su previsión de crecimiento para España en 2008

Es el mismo dato que adelantó el FMI y coincide con el análisis a la baja de la mayoría de institutos internacionales

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Que la economía española crecerá de forma sensiblemente menor durante 2008 parece ya más un hecho probable que una simple previsión. Todos los principales institutos, tanto públicos como privados, nacionales o internacionales, coinciden en que difícilmente superará el nivel del 3% que había rebasado con creces en los últimos años. La última modificación a la baja en estas previsiones ha llegado de la mano de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que ayer anunció un recorte de algo más de un punto en el cálculo que estimaba hace tan sólo seis meses, que pasa ahora del 3,6% al 2,5%, dos décimas más que la media de sus países miembros y seis por encima del dato esperado para la zona euro.

Según la OCDE, el crecimiento va a verse frenado tanto el próximo ejercicio como el siguiente debido a una desaceleración gradual del mercado de vivienda. El mismo problema, unido al debilitamiento de la demanda interna española, fue resaltado semanas atrás por la CE y el FMI, de forma más aguda en este segundo caso al apuntar un avance del 2,7% en el PIB español para 2007.

En Bruselas, por su parte, se señala un alza del 3%, en línea con la estimación del Banco de España y con la revisión ya anunciada por el Gobierno para finales de diciembre. La OCDE sostiene en su informe semestral que la actividad económica de España perderá velocidad después de años de un gran dinamismo y entrará en una fase de desaceleración. Así, en 2007 avanzará un 3,8%, retrocederá al 2,5% en 2008 y se mantendrá en torno al 2,4% en 2009.

Riesgos

Según sus estimaciones, ya en este tercer trimestre «el crecimiento de la demanda interna disminuyó y tanto el consumo como la construcción, principales motores de la economía española, perdieron velocidad». La citada organización, que agrupa a 30 países industrializados, consideró que varios factores hacen prever una «contracción de la construcción» en España, como son la estabilización del precio de la vivienda o la reducción del número de permisos para edificar.

Apunta, no obstante, que el aumento de la población y la formación de nuevos hogares podrían evitar que el retroceso de la demanda de bienes inmobiliarios sea todavía mayor. «El principal riesgo de estas previsiones son las variaciones en el sector inmobiliario, sobre todo si las turbulencias financieras mundiales producen una mayor severidad de las condiciones de crédito», advierte la OCDE. Se refiere en concreto al impacto negativo de las altas tasas de interés en Europa, que endurecen las condiciones de los préstamos en España, lo cual se traduciría por otra parte en una disminución del consumo.

Al mismo tiempo, la inflación, que llegó a su punto más alto en 2007 (4,1% en noviembre, según el indicador adelantado del INE, pendiente de confirmación oficial), y superó con creces el objetivo de la zona euro (2%), debido al alza del precio del petróleo y de los alimentos, retrocederá en 2008 y 2009. De hecho, sus técnicos creen que la diferencia de los precios españoles con los del territorio comunitario volverá a reducirse medio punto durante el próximo ejercicio.

Respecto al empleo, la OCDE calcula que la tasa de paro se mantendrá en torno al 8% de la población activa. Asimismo, prevé que el superávit público alcance la cota histórica del 1,9% del PIB.