El dilema de Bernd Schuster
El entrenador alemán dispone de toda su artillería para el partido en San Mamés y tendrá que mojarse en los descartes no 'impuestos' por lesiones o sanciones
Actualizado:Bernd Schuster tendrá que resolver en La Catedral uno de esos benditos problemas que se les suelen plantear a los entrenadores de los equipos grandes cuando los descartes no vienen impuestos por sanciones o lesiones. Tras cumplir Guti ante el Racing el castigo por su patada de impotencia en Murcia, y si no hay alguna recaída en hombres tocados como Sneijder y Van Nistelrooy, al técnico alemán le sobran jugadores de medio del campo hacia adelante y no le queda otra que ejercer en San Mamés y prescindir de algún hombre importante.
Schuster dispone de toda su artillería pesada para el Botxo. A la habitual lista se suma incluso el brasileño Baptista, que debutó como titular esta temporada ante los cántabros de Marcelino, participó en un par de goles, completó todo el partido y rindió a un nivel notable como segundo centrocampista. Pero no es santo de la devoción del alemán y su continuidad no está asegurada.
Después de muchos vaivenes en el arranque de curso, de no dar con la tecla y de cambiar jugadores y dibujos, Schuster se decantó al fin en el medio por Diarra y Gago como pivotes de contención, con Guti libre y Robinho tirado a una banda. La lesión en la rodilla de Sneijder, a quien al principio se llegó a comparar con Di Stéfano pero fue a menos, le facilitó la elección. Pero llegó la derrota de Bremen y Schuster culpó públicamente a algunos jugadores de no dar la talla. Volvieron las dudas y llegaron los castigos.
Gago fue el gran damnificado ante el once titular ante el Racing, en beneficio de Baptista. Tampoco estuvo el sancionado Guti, jugó Sneijder y el Madrid dio la talla. Después del coladero sufrido en Alemania, Schuster perdió confianza en Metzelder -el reaparecido Cannavaro le reemplazó ante el Racing- y Marcelo, que si se mantuvo ante los montañeses es porque Heinze estaba de baja. Y sigue tocado aunque podría llegar a San Mamés.
Donde no hay discusión es en punta, ya que Raúl y Van Nistelrooy, hoy por hoy, son insustituibles.