«Su destino no puede ser otro que el de chatarra»
En la carta enviada por los administradores concursales designados por la titular del Juzgado de lo Mercantil, Nuria Orellana, éstos indican que los equipos sobre los que la multinacional Delphi ha mostrado interés en comprar a la ya cerrada factoría son «de uso muy restringido». Asimismo, apuntan que «no es previsible» que ningún futuro comprador de las instalaciones de la planta pueda tener interés en estas herramientas y concluyen que «su destino no parece que pudiera ser otro que el de chatarra», que un futuro ocupante tendría que retirar con «significativos costes». La comunicación a la Administración autonómica incide en que el gigante de la automoción incluye en el precio que oferta «todos los costes de desinstalación y entrega». Sin embargo, lo cierto es que el documento por el que el holding se interesa en adquirir este equipamiento señala que la cantidad ofrecida está «rebajada» para asumir estos gastos de traslado y el arreglo de posibles desperfectos que haya podido causar el deterioro al que están sometidas las máquinas por no estar en funcionamiento.
Actualizado: GuardarLa procuradora de la factoría puertorrealeña, Clara García-Agulló, indica en la solicitud de autorización del juzgado para la venta de estos equipos que «objetivamente constituyen máquinas no útiles para los proyectos de reindustrialización de la zona». Por otro lado, tanto la procuradora como los administradores concursales coinciden en que esta operación comercial es compatible con el acuerdo de cesión de activos de 4 de julio, dado que «no pueden contribuir al desarrollo industrial de la zona». Los sindicatos USO y UGT, por su parte, discrepan de este posicionamiento y recientemente han presentado sendas alegaciones contra la solicitud de autorización de la venta.