Castigo y disuasión

a entrada en vigor de la reforma legal que castiga con penas de cárcel los excesos de velocidad y otras infracciones graves en la circulación supone un punto de inflexión en la política de seguridad vial en España. La detención de 154 conductores en las primeras 48 horas de aplicación de la nueva normativa, en su mayoría por llevar el volante bajo los efectos del alcohol, demuestra la pervivencia de actitudes potencialmente muy peligrosas que justifican el endurecimiento de las sanciones penales. No obstante, las medidas represivas han de seguir combinándose con otras que contribuyan a la adecuada formación de los automovilistas y a su eventual reeducación si han cometido imprudencias sancionables.