
El coche no entra en campaña
LA posibilidad de cuatro años más de Pedro Solbes al frente de la política económica podría cerrar definitivamente la posibilidad de renovación del Plan Prever. De nada han servido las propuestas de las asociaciones de la industria del automóvil. Todos, de fabricantes a importadores, de concesionarios a vendedores han presentado a quien sorprendentemente ve la caída de las ventas de coches como signo de equilibrio económico, un estudio que demuestra la importancia de esta medida de achatarramiento de vehículos tanto por la disminución de las emisiones de CO2, como para reducir la siniestralidad.
Actualizado: GuardarDe hecho, también una parte importante del arco parlamentario apoya esta propuesta, que de haberse puesto en marcha facilitaría la renovación del parque con el correspondiente beneficio para el conjunto de la sociedad. Tampoco han servido los planteamientos de continuidad del Prever propuestos por los ministerios de Medio Ambiente, Industria e Interior.
Todo ha sido inútil con el responsable económico del Ejecutivo y hombre fuerte desde que ha aceptado la oferta de Zapatero. Bastante ha tragado ya con ofertas electorales como las ayudas bucodentales, los cheques bebé, ayudas para la vivienda de los más jóvenes o el reciente anuncio de la supresión del impuesto sobre patrimonio.
Lo cierto es que una vez más al sector del automóvil -con una aportación de casi 25.000 millones de euros en impuestos-, le toca hacer de patito feo. No se entiende la obstinación del Ministerio de Hacienda después de los estudios que demuestran que una renovación del parque de vehículos de más de diez años podría reducir de un 30 a un 40% los accidentes de tráfico y ahorrar anualmente 1.600 millones de euros en coste de fallecidos y unos 600 millones en compensaciones por heridos; por no volver a repetir la incidencia positiva que supone para el medio ambiente. Claro que tampoco es entendible que al Partido Popular le traiga al pairo el tema.