El Villamarta da un «divertido» giro al proyecto operístico 'El diluvio de Noé'
El nuevo proyecto operístico El diluvio de Noé, de Benjamín Britten, se estrenará mañana en el Teatro Villamarta, con dos nuevos pases el sábado y el domingo. Se trata de una coproducción del coliseo jerezano y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, fruto del convenio de colaboración firmado entre ambas partes. El montaje de este título se aborda resaltando «el aspecto divertido» de una partitura que el compositor inglés escribió pensando en un público infantil y juvenil, según manifestó la directora de escena, Alessandra Panzavolta.
Actualizado:«La historia de El diluvio de Noé está contada en la Biblia de una forma muy seria. Aquí hemos buscado el lado divertido, hemos jugado con el cuento dándole un punto irónico», explicó la responsable escénica. Este planteamiento artístico del montaje está en consonancia con el público preferente al que va destinado -juvenil e infantil- que, en este caso, también forman parte del equipo artístico.
Y es que, además de los cantantes profesionales y otros miembros adultos del reparto, El diluvio de Noé cuenta con 110 niños, bien formando parte de la orquesta o engrosando la representación animal que Noé pretende introducir en su arca.
«Hemos intentado combinar los elementos intrínsecos de la ópera con otros que inciden en su aspecto didáctico y lúdico», puntualizó. «Es un espectáculo de emociones», explicó Alessandra Panzavolta, quien se mostró impresionada por el nivel y la implicación de los niños que participan en este montaje, procedentes de la Joven Orquesta Álvarez Beigbeder, el Conservatorio de Jerez, la Escuela Municipal de Música y la Academia de Baile de Belén Fernández.
Debut artístico
Juan Luis Pérez y Carlos Aragón compartirán la dirección musical a lo largo de las cinco funciones programadas. Se da la circunstancia de que Aragón hará su debut en esta faceta artística en este montaje. «Es una gran oportunidad para probarme», afirmó.
Sobre la partitura de Britten, apuntó que «he descubierto a un gran compositor», puesto que en El diluvio de Noé, «con cuatro elementos elabora una obra maestra». En consonancia con el planteamiento escénico de Alessandra Panzavolta, Carlos Aragón informó que la lectura musical será «más ligera, aunque sin llegar a frivolizar». Sobre su trabajo con una orquesta infantil, confesó sentirse «encantado».