¿Qués lo que quieres?
Creía que era algo exclusivo de la hostelería pero he comprobado que también el gremio de dependientes/as de esta provincia se las trae. Si en cualquier centro comercial hay una encantadora señorita dispuesta a arreglarle la vida en cinco minutos, en Cádiz hay una panda de señoritas que salen corriendo en cuanto ven a más de dos personas en el pasillo no vayan a preguntarles algo. El pasado sábado, en una de esas tardes que desmienten lo de la Navidad austera, tuve ocasión de comprobar que somos lo que somos.
Actualizado:Dando vueltas por la sección de juguetes -igual que usted- pregunté por algo, «buenas, ¿dónde está Kike Volteretas?» a lo que la Jessi de turno me contesta «eso, ¿qué es lo que es? ¿un perro?», «no, señorita, un muñeco» «y ¿qué hace?». En ese momento me hubiese encantando sacar a la ordinaria que llevo dentro y contestarle «pues hace unos huevos a la flamenca que quitan el sentío», pero sospechando que iba a ser peor el remedio que la enfermedad y en vistas de que la señorita no creció con Barrio Sésamo le dije «hace volteretas» «ah!, no lo trabajamos». Haciendo un ejercicio de contención le dije «viene en el catálogo», a lo que ella respondió aliviada «ah, entonces es que no ha llegado o se ha acabado», «¿lo traeréis?». Y ahí le salió por la boca todo el programa Callejeros «y yo que sé». Su colega de la sección de bicicletas estaba esa tarde igual de fina, insistiendo en que ella no entendía de tamaños y que todo dependía de «si el niño es altito o no» mientras me pedía el número de referencia de la bicicleta, como si la que trabajase allí fuera yo. Y un maromo que reponía Spidermans Cantarines farfullaba «hay que ver la gente como es, tocándolo to».
Así que lo de la casa de Mickey Mouse lo dejé para otro momento. Por cierto, si alguien sabe dónde quedan, que me lo diga, y así le ahorro trabajo a la Jessi.