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Chávez hace autocrítica
El presidente venezolano admite tras su derrota en las urnas que el país «puede que no esté preparado para asumir el proyecto socialista»
Actualizado: GuardarSUPERADA la resaca electoral, la dispersa oposición le da vueltas a la manera de administrar su victoria en el referéndum. El líder estudiantil Yon Goicoechea y el general retirado Raúl Baduel ya se asoman para encabezarla, mientras se debate la oportunidad de convocar una Asamblea Constituyente. Entretanto, el chavismo busca las razones de la derrota, atribuible a la defección de muchos partidarios que le fueran fieles durante nueve años. El voto adverso en las grandes ciudades -presas de la inseguridad y el desabastecimiento- resultó determinante.
Hugo Chávez echó sus cuentas para concluir que «la oposición mantuvo más o menos su votación, pero nosotros tuvimos tres millones de votos menos que hace un año». Aunque, lejos de replantearse su política, el presidente caribeño insiste en que «aquí no hay un repliegue», y a muchas de las propuestas rechazadas en el plebiscito «podemos buscar cómo darles un formato en el marco de la Constitución».
En un inusual ejercicio de autocrítica, Chávez reconocería que «el socialismo no se decreta». «Cuando a la gente que durante años ha vivido en el capitalismo le dicen que le van a quitar la propiedad privada, se asusta, aunque no tenga ninguna. Porque el capitalismo le negó casa, pero piensa: 'Bueno, a lo mejor yo pudiera tener una casa, y Chávez no lo permitirá'». El 'comandante' revolucionario admitió que, «antes de estar buscando culpables, debo preguntarme si me equivoqué al escoger el momento -en referencia a la consulta popular-. Pudiera ser que no estemos preparados, ni maduros políticamente, para asumir sin dudas un proyecto socialista».
En una entrevista publicada en la página web de 'El nacional', el viceministro de Exteriores, Vladímir Villegas, atribuye además el fracaso a que «el chavismo en bloque no se movilizó», por culpa de «mucha gente cegada por el poder». El ex embajador en México estima que, «de haber tenido espacios internos para la discusión, muchas cosas habrían cambiado». En el oficialismo «no se discute nada. Chávez tiene que entender que la reflexión es de todos. El presidente necesita estar acompañado de gente que le diga las cosas».
La idea del partido único -el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)- también «debe discutirse. Una formación no puede nacer teniendo como primera estructura un tribunal disciplinario. Es como fundar un hospital, y lo primero que se construye es la morgue».
Por otra parte, Chávez reveló que podía haber desconocido el derrumbe de su reforma constitucional: «Pero, si hago eso, hoy todavía no habría resultados, ¿y cuántos muertos, cuánta tragedia y heridos habría!». El presidente se resistía a aceptar su derrota, y sólo accedió por las presiones del ministro de Defensa, general Gustavo Rangel, y los jefes del Comando Unificado de la Fuerza Armada, reunidos con él en Miraflores. El ex ministro y periodista Teodoro Petkoff confirma que «en esas horas (se produjo) un juego de tendencias dentro del Gobierno».
Retraso en la notificación
El propio mandatario afirma que el Consejo Nacional Electoral (CNE) retrasó la difusión de los resultados por orden suya. El CNE -a quien algunos medios y cancillerías se empeñaban ayer en reconocer, equivocadamente, equidad e independencia- ofrecía a la una de la madrugada unas cifras «no reversibles» que ya disponía -también la oposición y la Prensa- desde cuatro horas antes.