In memóriam

El minuto de silencio que abrió el acto institucional con motivo del próximo Día de la Constitución dejaba claro que el evento iba a tener un sabor y sentido diferente. El recuerdo por el reciente atentado terrorista de ETA en Capbreton barrió cualquier signo festivo en el Salón Regio de la Diputación Provincial, donde los dos jefes de las comandancias gaditanas de la Guardia Civil, el coronel Alfonso Escuer Mur (Cádiz) y el teniente coronel Marcial Vázquez Ginel (Algeciras) fueron situados en lugar preferente .

A ellos, en representación del Cuerpo Benemérito, fueron dedicadas las primeras palabras del discurso ofrecido por el subdelegado del Gobierno, Sebastián Saucedo, a un público compuesto por autoridades militares y civiles, responsables policiales y agentes sociales. Elogió el trabajo de los dos agentes víctimas de la banda terrorista y por extensión a la Guardia Civil «cuya continua devoción a la ciudadanía le hizo merecer el título de Benemérita».

Tras esta sentida introducción, Saucedo fue desgranando una intervención laudatoria de la Carta Magna «que se ha convertido en guía esencial de nuestra realidad nacional y cotidiana». También hubo hueco para críticas veladas y elegantes hacia el uso de términos, como patria, y de símbolos, como la bandera, que están reavivando determinados extremismos. «Ese fervor por lo nacional, por el desarrollo armónico de un país, no puede ni debe ser entendido torticeramente. No es privativo de quien tremola banderas de agitación o de castas».

Igualmente abogó por la unidad entre los distintos gobiernos autonómicos, lanzando un mensaje claro a los nacionalismos excluyentes. «Es preciso que todas esas instancias de poder sean capaces de desarrollar una legítima cooperación, por encima de pensamientos chovinistas y limitados horizontes de afán». La copa que suele cerrar este tipo de actos fue suspendida en señal de luto.

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