Tarántula venezolana
Siempre hay un tonto útil que, a pesar de creer que nos hace la puñeta, nos da involuntario la razón. Lo que mejor le sienta al favoritismo del que goza el Madrid es que un árbitro le pite un penalty injusto en contra. Así se sacude un poco el sambenito de equipo del Gobierno. Lo mismo que al equipo de Aznar le ha pasado a Hugo Chávez, ora monologuista republicano, ora convocador de masas bolivarianas. El NO que ha cosechado su referéndum le sirve para proclamar la democracia de la que goza Venezuela. Como cuando el hermano mayor pierde a la PlayStation con el pequeño. Pura cancamusa.
Actualizado:Los tontos útiles está por todas partes, como los excrementos perrunos o las cartas de propaganda del banco. Los mismos tontos que utilizan de forma torticera un atentado de ETA para arañar votos pueden ser los que hoy, cuando usted no tenga dinero para acompañar el café con una tostada, le inviten a un donut porque sea su cumpleaños. El mismo día que Franco y que la Nación Andaluza, porque hay tontos hasta para esas casualidades.
Tontos útiles son los que se dedican a cometer actos vandálicos los fines de semana y le dan al Ayuntamiento de turno la excusa perfecta para prohibir botellones, concentraciones y demás actos de algarada popular. Los mismos tontos que le tiran piedras a las farolas para que terminen por cerrar las plazas, los mismos que queman un autobús en Getxo, los que, con una bandera de España en la mano, se arrogan el derecho de lapidar a quien no piense como ellos y quienes remueven el pasado para esconder el presente. En definitiva, moscas que van tejiendo telas de araña para alimentar tarántulas ajenas.