Paro a la baja

a reducción de la tasa de paro hasta el 7,2% -ocho décimas menos que en octubre de 2006- y su contención en la Europa de los Veintisiete constituye el contrapunto a la sucesión de informaciones pesimistas que apuntan a una ralentización del crecimiento económico. Un enfriamiento cuyos efectos siempre se verán mitigados si los distintos países de la UE logran acortar los márgenes de desempleados y mantener la creación de puestos de trabajo. El porcentaje del 8,1% que registra España, según los datos de Eurostat, es el mismo que presentan estados como Francia y Alemania. La cifra no nos sitúa en lugares de privilegio de la Unión, pero sí confirma la pujanza que ha venido demostrando nuestro mercado laboral en los últimos años. Al tiempo que requiere de nuevos esfuerzos para mejorar la calidad del empleo y su productividad, a fin de poder hacer frente con garantías a un eventual retroceso económico.