Equivocado, más en el fondo que en las formas

Aunque el fondo del chavismo tiene un mensaje cristiano y, por lo tanto, se puede afirmar que está más cerca del Evangelio que las doctrinas de la derecha capitalista, la que podía haber sido la gran oportunidad de los pobres de América Latina de recobrar la dignidad se ve frustrada por los devaneos de un caudillo mesiánico. Chávez perdió el rumbo y el referéndum del pasado domingo porque se lo merece. Su conducta, no sólo reciente, sino casi desde que accedió al poder así lo delata con innumerables demostraciones de poder que no van a ningún sitio. Y lógicamente, con su reforma lo único que pretendía era perpetuarse en el poder para que esas demostraciones se perpetúen hasta límites insospechados. Sin embargo, lo peor será que la derecha macrocapitalista, los insaciables yupis enseñados en los mejores colegios del mundo, volverán a tratar a las personas como números y la ilusión y la esperanza de los pobres diablos de los ranchitos se esfumará. Chávez se equivocó, más que en el fondo, en las formas. Le mandó callar su pueblo, que es a quien corresponde. ¿Alguna vez mandaron callar a tantos dictadores y fascistas que saquearon y asesinaron en el cono sur de América? Un respeto, por favor.