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La OSCE denuncia la falta de libertad y democracia en las elecciones rusas

El presidente Putin, muy satisfecho por el resultado, considera que ha sido un voto de confianza hacia su persona

RAFAEL M. MAÑUECO
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A los observadores de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE y del Consejo de Europa (PACE), siempre muy prudentes y comedidos a la hora de hacer valoraciones sobre las elecciones que se han venido celebrando en Rusia desde la desintegración de la URSS, esta vez les ha sido imposible realizar un balance positivo. La condena ha sido unánime sobre la falta de democracia y libertad en las legislativas del domingo, en las que arrasó Rusia Unida, el partido del presidente Vladímir Putin.

Saltaba a la vista, y lo denunció desde el principio la oposición rusa, pero la constatación del hecho por parte de observadores avezados en la supervisión de comicios no deja ya lugar a dudas. «Las legislativas rusas no pueden ser calificadas de limpias, libres y democráticas, no han cumplido los estándares necesarios», declaró taxativo Jesús López-Medel, relator de derechos humanos de la OSCE y diputado del PP.

Él ha sido unos de los 42 interventores enviados por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa. Otros 40 observadores del Consejo de Europa (PACE) estuvieron también presentes durantes las votaciones. «Ha habido un severo control de los medios de comunicación por parte de las autoridades. Han asfixiado a las organizaciones sociales, limitado la acción de los partidos y presionado a los electores», sostiene López-Medel.

Por su parte, Göran Lennmarker, presidente de la Asamblea parlamentaria de la OSCE dijo que el Estado y el partido Rusia Unida «se han fusionado en una misma cosa, lo que es inadmisible y constituye una violación de las normas internacionales». Según Lennmarker, «en Rusia no hay una separación real de poderes». Para Luc van den Brande, jefe de la misión de observadores del PACE, «hay una democracia dirigida y dirigidas han estado las elecciones del domingo». Señaló además que «la democracia rusa es formal y cabe esperar que algún día se convierta en real».

Preocupación

El balance de los comicios efectuado por los observadores europeos, ya que no había entre ellos ningún estadounidense, ha suscitado «preocupación» en la OTAN. El secretario general de la Alianza, Jaap de Hoop Scheffer, coincide con los criterios expuestos por la OSCE y el Consejo de Europa, haciendo hincapié además en la gravedad de que, durante la campaña electoral, se vulneraran derechos como el de expresión y reunión.

El ex campeón de ajedrez Gari Kaspárov, una de las víctimas de la arbitrariedad del poder de Putin, corroboró ayer en una rueda de prensa lo «sucias e injustas» que fueron las elecciones. Él mismo tuvo que pasar cinco días en los calabozos policiales tras ser detenido durante una manifestación autorizada. No obstante, los más descontentos con los resultados del escrutinio son los comunistas, cuyo líder Guennadi Ziugánov habla ya de «movilizaciones masivas e impugnación» si la Comisión Electoral no admite a trámite las numerosas demandas que ha presentado por fraude.

Putin, como es lógico, está que no cabe en sí de satisfacción. «Yo encabezaba la lista de Rusia Unida y, por supuesto, el resultado es una señal de confianza en mí», afirmó. La alcaldesa de San Petersburgo, Valentina Matviyenko, anunció que el partido del Kremlin se reunirá el próximo día 17 en una conferencia para elegir al candidato a las presidenciales del 2 de marzo de 2008 y sucesor de Putin.