TORERO. Antonio Domecq tras un charla en el Club Taurino El Rabo, en El Puerto.
Jerez

Tres lustros toreando a caballo

El jerezano Antonio Domecq, uno de los rejoneadores más importantes, ha celebrado sus quince años de alternativa

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Antonio Domecq lleva media vida subido sobre un caballo recorriendo las plazas de España. Esta temporada ha sido muy importante porque se cumplían quince años de su alternativa. Se la dio su tío Álvaro Domecq Romero, en la Feria del Caballo de Jerez. «Ha sido una año muy importante. Creo que ahora tengo una cuadra muy importante y, de cara a la próxima, veremos la dimensión de muchos caballos en las que tengo muchas esperanzas puestas», señala.

Ya no se considera un temerario ante el toro mientras cita montado en el corcel. «El valor sin sentido se va perdiendo con la madurez, ahora el oficio sustituye en muchas ocasiones a la imprudencia», subraya. Pero lo que no cabe duda es que el conocido rejoneador ha sabido salir de muchas vicisitudes que la vida le ha puesto en el camino. Que le quemaran la cuadra de caballos cuando estaban el camión de viaje o que sufriera una caída que le hizo pasar un auténtico calvario está ya casi en el olvido. «Aún hemos sufrido acontecimientos peores en la familia, pero de todo se sale y todo se supera. Y yo le doy gracias a Dios aunque muchas veces los acontecimientos sean difíciles de asimilar», comenta.

Seguirá

Tras cumplirse la efeméride de los tres lustros toreando a caballo, Domecq argumenta que «si no disfrutara con mi profesión no estaría ya en esto». Antonio y sus sorprendentes caballos toreros que relinchan cuando, tras un largo viaje, el camión da la curva para entrar en Los Alburejos. «Me fascina el caballo y, sobre todo, me encanta estar con los toros en el campo, algo fundamental para conocer los terrenos y adquirir el oficio como rejoneador. Además, con los años, me doy cuenta de que, quizá, es más inteligente el toro que el caballo», sentencia.

De momento no va a cesar en su actividad como rejoneador. «Ya te digo que tengo una cuadra para el próximo año que puede ser la sensación de la temporada», comenta.

La ilusión se transmite a través de su mirada. Antonio Domecq y sus quince años de avatares. Se podría decir que es el hombre que superó todo gracias a la sensación de sentirse de nuevo subido a sus magníficos caballos.