La Junta «consensuará» el cierre de la azucarera
El consejero de Empleo, Antonio Fernández, se refirió ayer al anunciado cierre de las azucareras andaluzas de Guadalcacín y San José de la Rinconada y consideró que «la única causa» que podría alegar el grupo Ebro Puleva para justificar esta decisión sería la inexistencia de materia prima, tras lo que avanzó que en ese caso «se debería articular un plan similar al que se estableció para el cierre de Azucareras Reunidas de Jaén, que fue fruto del acuerdo y el consenso entre Junta, sindicatos y empresa».
Actualizado: GuardarFernández indicó que por el momento no ha recibido ningún anuncio ni ningún documento de expediente de regulación de empleo -que en el caso de Guadalcacín podría presentarse el 13 de diciembre- y precisó que la intención del empresario en este caso es ejecutar este ERE en virtud de la propia normativa comunitaria, mediante un procedimiento que es «bastante duro y tiene bastantes exigencias».
Así, explicó que para que los fondos UE sean concedidos deben ir destinados prioritariamente a la búsqueda de alternativas para la industrialización, que permita «paliar el efecto del cierre por no existir materia prima».
Lo que está claro es que ya no hay muchas opciones para la planta jerezana, que no molturará ninguna campaña más. Sí tienen aún esperanzas en La Rinconada, cuyos trabajadores tienen previsto reunirse hoy con la empresa para pedirle que mantenga la actividad en la fábrica y que intente llegar a un acuerdo con Junta, sindicatos y organizaciones agrarias.
Según informaron fuentes del comité intercentros de la multinacional, mientras que ayer directivos de la división azucarera se reunirán con el Ayuntamiento rinconero, la reunión entre empresa y trabajadores finalmente tendrá lugar hoy por la tarde.
En el encuentro los trabajadores pedirán el mantenimiento de la actividad de la fábrica como planta azucarera, basándose en el hecho de que «se debe respetar la reducción del 50% de la cuota remolachera en Andalucía». Y es que sus cálculos apuntan a que con una reducción del 50% de la actual producción, cifrada en 2,5 millones de toneladas, «se podrían mantener dos fábricas en Andalucía».